viernes, 19 de octubre de 2007

Onu extiende permanencia de Misión que viola derechos humanos

A pesar de varias críticas y movilizaciones por parte de los movimientos de derechos humanos, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó, el último lunes (15), por unanimidad, la autorización para que la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) permanezca otro año en el país. La decisión de permanencia de la Misión, comandada por las tropas brasileras, fue recomendada por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

Un reciente reportaje realizado por Inter Press Service, sin embargo, revela que esa interferencia internacional en Haití está costando la vida de incontables civiles pobres haitianos, inclusive niños. Y es una realidad ignorada por la prensa internacional y por entidades de defensa de los derechos humanos.

El reportaje destaca también la semejanza entre las tácticas militares brasileras utilizadas por las fuerzas de la ONU en Haití y las prácticas similares de estilo militar ejecutadas por la policía brasilera, donde es acusada de incendiar indistintamente las favelas (villas miserias) de sus dos mayores ciudades: San Pablo y Río de Janeiro.

El 2 de febrero de este año, las fuerzas de la ONU llegaron a Cité Soleil tirando indiscriminadamente, y mataron a dos jóvenes mientras dormían. Nada fue publicado por la prensa. De la misma manera, cinco días después, una manifestación pidiendo la vuelta del expresidente Jean-Bertrand Aristide, forzado a salir del país, fue ignorada.

Testigos denunciaron que, en diciembre de 2006, la Minustah mató indiscriminadamente en la comunidad de Cité Soleil, ya que más de 30 personas fueron muertas y 60 quedaron heridas, incluyendo mujeres y niños. Fue una ofensiva de la Misión contra la comunidad por una demostración masiva de partidarios de Lavalas que reunió a cerca de diez mil personas pidiendo la vuelta del presidente Aristide y condenando la ocupación militar extranjera en el país.

La Misión justificó su ida al lugar como un pedido del gobierno de René Préval para luchar contra los pandilleros. Pero un video gravado por cámaras del Proyecto de Información de Haití (Haití Information Project, HIP) muestra a civiles desarmados siendo muertos, bajo intenso fuego, de las fuerzas "pacificadoras" de la Misión. Activistas de derechos humanos fueron muertos, heridos y detenidas personas sin ninguna relación con las pandillas.

Frantz Michel Guerrier, portavoz del Comité de Notables para el Desarrollo de Cité Soleil, asentado en la zona de Bois Neuf, denunció que, en julio de 2005, en un ataque de la MINUSTAH, los helicópteros disparaban sobre las personas, mientras las casas eran destruidas por los tanques: "Escuchábamos disparos de armas pesadas. Muchos muertos y heridos fueron encontrados dentro de sus casas". No le fue permitido a la Cruz Roja acercarse al lugar para ayudar a los damnificados.

Ese día, cerca de 22.000 balas fueron disparadas durante varias horas. Según relató un documento de la propia embajada estadounidense, un funcionario de la Misión dijo que "dado la débil construcción de los hogares en Cité Soleil y la gran cantidad de munición expendida, es probable que los proyectiles penetrasen en muchos edificios, atacando blancos involuntarios".

Durante el gobierno interino (2004-2006) de Alexandre Boniface, servil a los intereses estadounidenses, más de mil activistas políticos de Lavalas fueron detenidos, de acuerdo con un estudio de derechos humanos de la Universidad de Miami. Cerca de 8.000 personas fueron muertas y otras 35.000 fueron agredidas sexualmente en la capital Puerto Príncipe.

De acuerdo con lo divulgado en la publicación, el fundador del HIP, Kevin Pina, dijo que "no puede haber justificación para usar ese nivel de fuerza contra las precarias viviendas de esas localidades. Está claro que la visión de la ONU percibe de manera aceptable la matanza de esos inocentes en su meta de pacificar a la comunidad".

La Policía Nacional Haitiana, que recibía entrenamiento y asistencia de la ONU, después de la expulsión de Aristide, también fue acusada de ejecuciones sumarias, de detenciones arbitrarias y de matanzas de manifestantes desarmados. En esa época, el jefe de estrategia de la Misión, Stephen MacKinnon, dijo que el Comisionado de Policía y el comandante del grupo tenían poco interés y no tenían permiso para conducir investigaciones sobre los tiroteos y otras violaciones significativas contra los derechos humanos.

Traducción: Daniel Barrantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario