jueves, 24 de mayo de 2007

Una herida abierta en el corazón de Perú

DAVID BLANCO BONILLA (EFE)

LIMA.- La explotación sexual infantil es una de las peores formas de violencia que afecta a miles de niños y adolescentes en Perú, donde en muchos casos es alentada por la pobreza, así como por factores culturales y sociales.

A pesar de que las cifras oficiales señalan que 9.600 menores fueron víctimas de esta explotación en 2006, los organismos de defensa de la niñez y la infancia remarcan que no se pueden conocer datos exactos, dado el carácter clandestino de este problema, en el que llegan a intervenir familiares cercanos a los afectados.

Y es que el abuso y la explotación sexual "se dan dentro de espacios privados que hacen difícil identificarlos", según ha afirmado el Oficial de Protección de Unicef en Perú, Manuel Tristán, quien remarcó que "normalmente uno conoce de estos casos por los efectos dramáticos y sus consecuencias irreversibles".

Entre estas mencionó a los embarazos no deseados y las lesiones físicas que sufren los menores, que, en algunas ocasiones, pueden causarles hasta la muerte. Tristán denunció que existe "un dramático incremento de los embarazos de adolescentes" en Perú, donde "uno de cada cuatro embarazos es de una menor de edad".

Esta problemática está vinculada a la pobreza, pero también a la falta de información y del "fortalecimiento de la capacidad de los niños de rechazar el uso de sus cuerpos con fines sexuales", así como a las tradiciones culturales de algunas regiones del país.

"Hay que precisar que los niños y adolescentes son sujetos de derecho que están en proceso de crecimiento y desarrollo, y el Estado y la sociedad civil deben protegerlos", enfatizó.

Tristán participó durante esta semana en el taller 'Explotación sexual comercial infantil y VIH-Sida', organizado por la Agencia Comunicación Educativa, perteneciente a la Red ANDI América Latina (Agencia de Noticias por los Derechos de la Infancia) y Unicef.

5.000 casos en Lima

La Agencia considera que denominar a este problema como "prostitución infantil", "no permite visualizar la situación real de explotación, que implica una relación de poder entre explotadores y explotados".

Entre las diversas formas de esta explotación se menciona a las actividades sexuales remuneradas, la pornografía y el turismo sexual infantil, así como al tráfico y la trata de menores.

Las estadísticas indican que la mayor cantidad de niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual en 2006 se registran en Lima (con 5.000 casos), así como en la sureña Cuzco y las selváticas Madre de Dios e Iquitos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló en febrero pasado que los niños de escasos recursos son explotados sexualmente a partir de los 12 y 13 años y que, en la mayoría de los casos, estos han sido violados "por un familiar o amigo de la familia".

Esta problemática ha llevado al Gobierno peruano a buscar acciones de prevención y al Congreso de la República a endurecer las sanciones penales.

La presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, remarcó el miércoles que el Parlamento ha dado leyes que endurecen las penas para los violadores de niños y adolescentes y prohíben que estos reciban beneficios penitenciarios.

Un diálogo abierto

La ministra de la Mujer, Virginia Borra, señaló que el Gobierno busca sensibilizar a la ciudadanía mediante un diálogo abierto que permita "ir dándole solución de a pocos" al problema.

En el Congreso se ha presentado, sin embargo, un proyecto de ley que pide que las relaciones sexuales consentidas con menores de 14 a 18 años dejen de ser consideradas violación.

Manuel Tristán recordó que Perú es firmante de la Convención sobre los Derechos del Niño y Adolescente, que establece que las personas "están en proceso de crecimiento hasta los 18 años".

"Cambiar eso significa que Perú se estaría colocando fuera de ese contexto de contención", aseguró, tras decir que el Estado debe concentrar sus esfuerzos en mejorar el funcionamiento de los servicios de seguridad y salud, "que cuando funcionan disuaden".

Y es que, como señala el especialista, los ciudadanos deben "mirar a los niños como personas que tienen que ser protegidas integralmente", porque Perú, ni ningún otro país, "puede convivir con esta situación" de violencia sexual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario