martes, 22 de mayo de 2007

Explosión "arrasó" Norteamérica

Una nueva y controversial idea indica que una gran roca espacial se estrelló en Norteamérica hace unos 13.000 años.

La explosión pudo haber aniquilado a una de las primeras culturas americanas de la Edad de Piedra, así como a los grandes mamíferos de esa parte del continente, como el mamut y el mastodonte.

La explosión de un cometa o un asteroide causó un largo período de enfriamiento global que también pudo haber afectado a grupos humanos que emergían en Europa y Asia.

La nueva teoría será presentada esta semana en la reunión del Gremio Geofísico Americano en Acapulco, México.


Su teoría del impacto no debería ser descartada, merece más investigación
Jeff Severinghaus, del Instituto Scripps de Oceanografía

La evidencia proviene de varias capas de sedimento de más de 20 sitios de Norteamérica.

Estos sedimentos contienen materiales exóticos, como pequeñas esferas de vidrio y carbón, pequeñísimas trazas de diamante, conocidas como nanodiamantes, y altas cantidades de iridio, un raro elemento cuya concentración en este caso es muy alta para ser de origen terrestre.

Todo eso, arguyen, apunta hacia la explosión de hace 12.900 años de un objeto extraterrestre de hasta 5 kilómetros de diámetro.

No queda ningún cráter, posiblemente porque la capa de hielo Laurentide, que cubrió miles de kilómetros cuadrados en Norteamérica durante la última Era Glacial, era lo suficientemente gruesa para cubrir el impacto.

Otra posibilidad es que la explosión haya ocurrido en el aire.

Enfriamiento climático

Las rocas estudiadas por los investigadores tienen una capa negra que, según afirman, es el carbón depositado por los incendios forestales que barrieron el continente después de la explosión.

La explosión no sólo habría generado cantidades enormes de calor que pudieron haber estimulado los incendios, sino que también pudo haber disparado un periodo de enfriamiento global que duró 1.000 años, un evento que se conoce como el Younger Dryas.

El profesor James Kennett, de la universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), dijo que la explosión pudo haber sido la culpable de la extinción de varios de los enormes mamíferos norteamericanos al final de la última Era de Hielo.

"Todos los elefantes, incluidos el mastodonte y el mamut, todos los perezosos terrestres, incluido el perezoso gigante, todos los caballos se fueron", indicó Kennett a la BBC y agregó que esto pudo haber tenido un enorme impacto en las poblaciones humanas.

Descenso de población

De acuerdo con la visión tradicional, los humanos pasaron del noreste asiático a América a finales de la última Era de Hielo, a través de un enorme puente terrestre natural que, en esa época, conectaba a Siberia con Alaska.

La cultura Clovis fue una de las más antiguas que se conocen en el continente. Estos avezados cazadores-recolectores desarrollaron una punta de lanza característica conocida como la punta Clovis, que es considerada como una de las herramientas de piedra más sofisticadas que se haya desarrollado.

Los arqueólogos han encontrado evidencia en el sitio Topper, en Carolina del Sur (EE.UU.), que indica que las poblaciones Clovis vivieron un colapso demográfico.

Sin embargo, no hay evidencia de un declive similar en otras partes del continente. La cultura Clovis se desvaneció abruptamente, pero fue reemplazada por un gran número de otras culturas cazadoras recolectoras.

Jeff Severinghaus, un paleoclimatólogo del Instituto Scripps de Oceanografía en California, le dijo a la revista Nature: "Su teoría del impacto no debería ser descartada, merece más investigación".

De acuerdo con la nueva idea, el cometa habría causado un amplio derretimiento de la capa de hielo norteamericana. Las aguas pudieron haber llegado al océano Atlántico e interfirió con sus corrientes.

Esto, según afirman, pudo haber causado el fenómeno de Younger Dryas, un frío de 1.000 años que también afectó a Asia y Europa.

El Younger Dryas ha sido relacionado por algunos investigadores con los cambios en los patrones de vida de pueblos del Medio Oriente, lo que llevó al inicio de la agricultura.

Una enorme explosión en 1908 cerca del río Tunguska, en Siberia, también es atribuida a una roca espacial que estalló en la atmósfera, que derribó 80 millones de árboles en un área de 2.000 kilómetros cuadrados.

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