martes, 8 de mayo de 2007

Legislador porteño se opone al matrimonio gay

Buenos Aires – Ante la presentación en el Congreso de un proyecto de ley que legalizaría la cohabitación de parejas homosexuales, el legislador porteño Jorge Enríquez le dijo "no" a esa iniciativa parlamentaria y consideró que se trata de un enlace "antinatural".

"La humanidad siempre entendió al matrimonio como lo que aparece naturalmente: la unión de un hombre y una mujer. Las normas reconocieron un dato de la realidad, no lo crearon. El matrimonio y la familia son realidades muy valiosas, que las comunidades sociales se han preocupado históricamente por fortalecer y fomentar", señaló.

El diputado recordó en ese sentido que "tanto la Convención Americana sobre Derechos Humanos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en sus artículos 17.2 y 23.1 sólo reconocen derecho al hombre y a la mujer -esto es, no prevén uniones entre personas del mismo sexo- para casarse y fundar una familia".

"El proyecto busca incorporar a la institución del matrimonio elementos que atentan contra la naturaleza, pretendiendo convertir en natural lo que es contra natura", advirtió.

Enríquez aclaró que "esto no significa alentar ninguna forma de discriminación porque el plan de vida de cada uno, los aspectos reservados a la esfera de la intimidad, están protegidos por el artículo 19 de la Constitución Nacional y por los tratados internacionales de derechos humanos y, por ende, no necesitan ser objeto de una regulación especial".

"Una cosa es respetar una preferencia, un modo de vida, y otra es asignarle determinadas consecuencias jurídicas que fueron elaboradas a lo largo de infinidad de generaciones para otro tipo de relaciones", precisó, al tiempo que insistió en que "en nuestro país no hay situación alguna de desprotección para las uniones de hecho de personas del mismo o de distinto sexo, porque ellas están suficientemente amparadas por las normas que regulan las sociedades, los condominios y los seguros de vida, de retiro o de pensión".

Tras anticipar que "de legalizarse el ‘matrimonio’ homosexual, seguramente se va a pasar a la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo", y lamentar que se trate de "asimilar lo inasimilable", opinó que "quienes aspiran a superar la limitación natural para procrear, recurren a la adopción. Olvidan que la paternidad no es un beneficio de los padres, sino un derecho de los niños a nacer dentro de un hogar constituido, en lo posible por un matrimonio estable y ciertamente heterosexual".

"En verdad, se trata de la proyección de una insatisfacción individual al cuerpo social, victimizando a un niño, al que se condena a ser formado en un remedo de familia, dándole el ejemplo de una sexualidad desviada que no contribuirá al ordenamiento de su vida y futura realización en una unión matrimonial. Los impulsores de la adopción por parte de parejas homosexuales priorizan sus necesidades o sus ganas o su narcisismo por sobre los derechos de los niños; esta es una actitud absolutamente egoísta. Los deseos de paternidad/maternidad de las parejas gays no son superiores al derecho de los niños a crecer en un hogar natural", dijo el diputado.

Por último, Enriquez se autodefinió como "partidario de que nuestra sociedad haga todos los ejercicios de tolerancia y apertura, siempre que se haga sobre personas libres de decidir y de optar: es decir los adultos; no incluyamos en el debate y la experimentación a seres inocentes e indefensos que no son capaces de comprender construcciones intelectuales tan extremas como las de pensar que una pareja gay es asimilable a un matrimonio, fundamento del núcleo familiar".

No hay comentarios:

Publicar un comentario