sábado, 5 de mayo de 2007

Los candidatos republicanos a la Casa Blanca
admiten "errores" en la guerra de Irak

Los aspirantes conservadores cierran filas en torno a Bush en un debate en el que muestran diferencias en temas como el aborto o los derechos de los gays.

Los candidatos republicanos a la presidencia de EE UU han cerrado filas entorno a Bush y su gestión en la guerra de Irak durante un debate televisado muy tranquilo que se ha desarrollado desde las 2.00 (hora peninsular española) en la biblioteca Ronald Regan en Simi Valley (California) y en el que apenas ha habido confrontaciones entre los diez candidatos que han mostrado algunas diferencias en otros asuntos como el aborto.

La mayoría de ellos ha pedido la victoria en Irak una semana después de que los candidatos demócratas exigieran el fin de la guerra durante un debate similar. "Tenemos que ganar en Irak. La retirada de nuestras tropas traería el caos, el genocidio y ese sentimiento nos seguiría hasta nuestras casas" ha dicho el senador por Arizona John McCain, que ha encabezado el apoyo republicano a la guerra y ha respaldado el plan de Bush para incrementar el número de soldados en Irak.

Errores en la gestión

También Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York (y el líder republicano más valorado según las encuestas), ha dicho que "nunca debemos retroceder ante el terrorismo. Sería un error terrible". Algunos candidatos, sin embargo, han planteado sus dudas sobre la gestión de la guerra por la administración Bush. McCain ha reconocido, por ejemplo, que la guerra estuvo "mal dirigida durante los cuatro primeros años". "Hubo un claro error desde el principio y no escuchamos lo suficiente a nuestros responsables militares", ha señalado también el gobernador de Arkansas, Mike Huckabee.

El debate de hoy se ha celebrado seis meses después de que los demócratas se hicieran con la mayoría del Congreso en las elecciones del mes de noviembre. Las encuestas reflejan que la popularidad de Bush ha caído en picado aunque Mitt Romney, gobernador del estado de Massachussets (y uno de los que más dinero ha recaudado para su campaña electoral), ha dicho que los candidatos no deben hacer caso de las encuestas que hablan sobre Irak. "Yo quiero que las tropas regresen lo antes posibles. Pero, al mismo tiempo, reconozco que ese regreso no debe ser precipitado para que las circunstancias no nos obligen a volver".

Divididos ante el aborto

El debate no sólo se ha centrado en la guerra de Irak. Los candidatos conservadores han mantenido puntos de vista diferentes en otros asuntos. Giuliani se ha mostrado, por ejemplo, a favor del aborto y de los derechos de los homosexuales. La mayoría de sus contricantes ha reconocido estar en contra de la decisión de la Corte Suprema de EE UU que legaliza el aborto aunque Giuliani ha dicho que esta decisión debe ser una competencia de los estados de la Unión.

El gobernador de Virginia, James Gilmore, ha dicho que apoya el derecho a abortar entre las ocho y las primeras doce semanas de embarazo pero ha reconocido que su postura fue otra mientras desempeñó ese cargo.

La celebración del debate en la biblioteca Ronald Reagan ha sido aprovechada por los candidatos para ensalzar la figura del ex presidente de EE UU y alabar su liderazo y sus principios conservadores. Su viuda, Nancy Reagan ha seguido el debate junto al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, aunque su presencia no ha convencido a muchos de los candidatos por su apoyo a la investigación con células madre con fondos federales.

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