jueves, 30 de agosto de 2007

Escándalo sexual en las filas de Bush

Un senador republicano fue arrestado por mala conducta en un baño. Larry Craig juró que no es gay y que se declaró culpable para evitar males mayores.

WASHINGTON.- El partido Republicano, afectado por varios escándalos sexuales y de tráfico de influencias que han puesto en duda el mensaje moral que imparte a los electores cristianos, enfrenta una nueva crisis.
Este capítulo se inició en junio, cuando un policía de civil que investigaba denuncias de conductas lascivas en el aeropuesto de Minnesota arrestó a Larry Craig, un senador de Idaho de 62 años, casado y con tres hijos, por cargos de lascivia. El hecho ocurrió en el baño de hombres del aeropuerto y fue divulgado por la prensa local.
El martes, en Boise, capital del estado de Idaho, Craig se presentó en público para declarar que no es gay. “No estuve involucrado en ninguna conducta inapropiada, pero escogí declararme culpable por un cargo menor con la esperanza de que el asunto se olvidara”, leyó Craig un comunicado preparado. Su esposa lo acompañaba en silencio. “No hice nada malo”, afirmó el senador, firme opositor a los derechos de los homosexuales. Craig admitió que cometió un error al declararse culpable. Dijo que lo había hecho para evitar la “cacería de brujas” del diario “Statesman”, que destapó el escándalo.
Craig, un ex jefe de bancada en el Senado, jugó un rol activo en 1998, en el proceso de impugnación de contra el ex presidente, Bill Clinton, por el sonado caso de sus relaciones con Monica Lewinsky, por entonces una joven que realizaba una pasantía en la Casa Blanca. Senadores republicanos pidieron una investigación del panel de ética sobre Craig. Actualmente, los demócratas tiene una mayoría de 51 contra 49 en el Senado.

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