sábado, 18 de agosto de 2007

Argentina: Cómo se prepara la Selección gay para el Mundial

Por Ayelén Pujol


Hay camisetas con la 8 de Juan Román Riquelme en el Villarreal, hay otra con la 10 de Pablo Aimar, hay lujos, pierna fuerte y hasta goles de taco. Hay imágenes, en definitiva, que rompen todos los prejuicios y permiten pensar que la Selección argentina gay de fútbol tendrá chances en el Mundial que se jugará en el país.

La DAG (Deportistas Argentinos Gay) tiene su equipo, que se prepara con mucha expectativa para el certamen que lo tendrá como anfitrión.

El conjunto que conduce Néstor Gammella se entrena en el Polideportivo de Parque Chacabuco, aunque en realidad Argentina estará representado por dos planteles, debido a la cantidad de jugadores.

El entrenamiento comienza a las 21 y todos llegan desde sus respectivos trabajos, se cuentan las novedades de cara al Mundial, organizan los amistosos y empiezan con la preparación física.

Fernando Pazos tiene 30 años y llega después de haber trabajado como encargado de una tienda de ropa. Fernando es un volante con más garra que fútbol y juega con el equipo desde hace seis meses.

"Antes había otra gente, era otro ambiente. Por ahí venían de levante. Pero ahora el grupo cambió y hay respeto. Venimos porque nos divertimos. Sabemos que a nivel físico nos falta, pero vamos a poner todo para estar bien para el Mundial", cuenta.

Fernando es hincha de Independiente, juega al fútbol con sus amigos en el barrio y confía en que todo "será un éxito". "Yo creo que si no fuera gay iría a ver los partidos, ¿por qué no? Me parece que en ese sentido el país abrió su mentalidad", dice.

Todos los jugadores del plantel son fanáticos de este deporte: lo juegan desde chicos, miran todo lo que pueden por televisión y algunos van a la cancha a seguir a su equipo.

El equipo se llama los Dogos porque, según el técnico Gammella, los que lo integran deben tener tres cualidades: lucha, coraje y nobleza.

"El dogo no caza perdices, fue criado para la lucha. Y es como el jabalí, no tiene rivales pequeños. ¿Si tenemos miedo a que nos discriminen? No. Es más, en la medida que nos conozcan, nos van a prestar atención. Y yo creo que Argentina va a jugar la final", se entusiasma.

Gammella tiene 51 años y además de técnico es abogado. Cuando se le consulta sobre la actitud tomada por la AFA, cuenta que pidió reuniones con Julio Grondona, pero nunca obtuvo una respuesta.

Lo curioso es que el reglamento permite la inclusión de tres jugadores no gays. Como no hay manera de comprobar la sexualidad de una persona, se apela a la buena fe.

Jorge Berdun tiene 28 años y es el único heterosexual del equipo. Trabaja en una fábrica de trajes y va al entrenamiento con Cintia, su mujer, quien está embarazada de cinco meses.

Mientras él entrena y su equipo gana con un gol de taco del chico que usa la 10 de Aimar, ella explica la situación: "A él lo invitó un amigo y empezó a venir. En un principio no sabíamos que eran gays y de hecho no nos dábamos cuenta. Pero después nos dijeron y Jorge lo aceptó, así que va a seguir jugando con ellos".

Jorge y Cintia viajan desde Ciudadela para estar en las prácticas y ella lo acompaña cada tanto. "No es porque tengo miedo de que me lo roben, eh", bromea.

Y enseguida se pone seria: "Acá reina el respeto, la buena onda. Eso fue clave para que él siga viniendo. Porque le encanta. Y nadie lo carga, en ningún lado. ¿Si lo apoyo? Claro. Eso sí, no sé qué pasaría si algo o alguien lo hace sufrir por algún motivo. Ahí quizá le pido que no venga más".

Los detalles del Mundial:

El Parque Sarmiento será el escenario del torneo que, se calcula, reunirá alrededor de 30 selecciones.

Los equipos de diferentes países participarán del campeonato, que se dividirá en 4 o 5 zonas. Los dos primeros de cada grupo clasificarán a la ronda de ganadores y después se disputarán cuartos de final, semis y final.

Los últimos de cada zona pasarán a una ronda recreativa. Argentina volverá a participar después de haber competido en Colonia, Alemania, en el año 2000.

Esta vez la sede será Buenos Aires, que se impuso en la elección a otras ciudades sudamericanas, como Río de Janeiro y Lima.

Cuando queda poco más de un mes para el inicio del torneo, Los Dogos están en plena búsqueda de sponsors. Hasta el momento, están por arreglar con una marca de deportes que se haga cargo de la ropa que usarán.

En este sentido, Ganella cuenta que sí sufren la discriminación, ya que empresas que apoyan a otras selecciones no quieren hacerlo con ellos.

La Secretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires y la Secretaría de Deportes de la Nación les brindaron las instalaciones y el alojamiento, pero no les dan apoyo económico.

Y además, tampoco la Selección gay recibe un subsidio del Estado.

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