martes, 14 de agosto de 2007

Corea del Norte esconde centenares de muertos que dejaron las inundaciones

La dictadura comunista de Corea del Norte ha informado escuetamente que en los últimos días las lluvias torrenciales que afectan varias provincias del empobrecido país, han dejado centenares de muertos. Las agencias de asistencia humanitaria calculan que las víctimas, entre damnificados, fallecidos y heridos, pueden contarse por miles. Más de 63.000 viviendas quedaron destruidas.

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La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) ha informado escuetamente que las lluvias torrenciales que cayeron desde la semana pasada en el empobrecido país han causado centenares de muertos y desaparecidos. De acuerdo con los datos recabados el 12 de agosto, las inundaciones, crecidas de ríos y lluvias torrenciales destrozaron además 63.000 viviendas y miles de hectáreas de cultivo en el empobrecido país. Agencias de ayuda y asistencia humanitaria consideran que las víctimas, entre damnificados, muertos y heridos, pueden llegar a miles.

La KCNA informó que "las principales redes ferroviarias, carreteras y puentes se quedaron cortados, se vio suspendido el suministro de electricidad y quedó incomunicada la red de telecomunicación". La provincia de Gangwon es la zona más afectada: unas veinte mil viviendas se quedaron destrozadas por completo o parcialmente.

Un responsable de la meteorología norcoreana reveló que en los últimos cinco días cayeron la mitad de las precipitaciones que el país recibe al año, una cantidad que equivale al agua que inundó Pyongayng en agosto de 1967. Los muertos, desaparecidos y heridos se cuentan por centenares, según la KCNA, aunque la precariedad de medios disponibles por Pyongyang para afrontar desastres naturales, así como la opacidad del régimen comunista, dificulta el acceso a la información.

Los representantes de la Cruz Roja Internacional desplazados a Corea del Norte, que ha confirmado hasta ahora diez muertos, han repartido paquetes de ayuda a quinientas familias y han hecho un llamamiento a las cooperativas agrícolas para que donen alimentos a las personas que se han quedado sin hogar.

El drama humano que vive el país es serio y recurrente, ya que desde hace más de diez años Corea del Norte sufre sin interrupción inundaciones, tifones y sequías, lo que en 2004 llevó a la Cruz Roja a calificar la situación de "desastre constante". Además, la malnutrición se ha convertido en una enfermedad casi endémica en el empobrecido país, que a partir de 2000 empezó a recibir ayuda humanitaria.

De hecho, en 2001 la ONG Médicos Sin Fronteras, que había abandonado el país tres años antes por la imposibilidad de verificar el destino en la distribución de la ayuda, alertó de que la población seguía muriendo de hambre. "Los Mercedes de la elite norcoreana recorren Pyongyang mientras los ciudadanos corrientes se ven obligados a excavar el césped de los bulevares, de cinco carriles, en busca de raíces y hierbas comestibles", aseguró entonces esa organización.

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