lunes, 6 de agosto de 2007

ENFOQUE-Húngaros ponen a prueba tabú homosexual Europa del Este

"Soy Gabor Szetey. Un fiel húngaro europeo. Ciudadano, funcionario público, miembro del Gobierno. Y gay."
De todas las pistas de las cuales puede salir un político de Gobierno de alto rango, la alternativa de Szetey, días antes de la Marcha del Orgullo Gay en Europa del Este pos comunista, fue una de las más desafiantes.
El secretario de Estado para Recursos Humanos de Hungría se arriesgó a la hostilidad, porque quería destacar la persistente intolerancia, no sólo contra la gente homosexual, sino que con otras minorías en Europa del Este.

Tras décadas de régimen comunista, donde la homosexualidad estaba prohibida o simplemente era un secreto, la mayoría de los europeos orientales aún lo encuentran difícil de aceptar.
La falta de tolerancia se suma a un aumento del nacionalismo en ciertas partes de la región.
"Creo que mi declaración se demoró tanto, en parte, porque yo tenía 22 años en 1990," dijo a Reuters Szetey. Szetey culpó al régimen comunista, que colapsó en 1989 en Hungría, por el hecho de que muchas personas aún mantienen en secreto su homosexualidad.
"Hasta que cumplí 22, creí que era un extraterrestre," dijo Szetey.

PECADO
Sólo la República Checa y Eslovenia han legalizado las uniones entre personas del mismo sexo, ninguno de los ex países comunistas permite el matrimonio entre homosexuales y algunos no tienen normas para proteger a las minorías contra la discriminación.
"Este es un tema muy serio para la región," dijo Szetey, quien vivió en Nueva York y Buenos Aires antes de volver a casa y ocupar el cargo en el Gobierno el año pasado.
"Lidiar con todas las minorías, sean minorías étnicas (...) o todo el tema judío, o el tema homosexual."
"Aún hay una seria falta de entendimiento no sólo en la elite política, sino que también en la sociedad en general," dijo Juris Lavrikovs, oficial de comunicaciones de la sección Europea de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays. Aunque la homosexualidad ahora es legal en Rumania, que forma parte de la Unión Europea, varias personas aceptan la poderosa postura de la Iglesia Ortodoxa que la califica como un pecado y una enfermedad.
Miles de personas fueron encarceladas en Rumania durante el régimen del dictador comunista Nicolae Ceausescu tras una prohibición en 1968.
En junio la policía detuvo decenas de manifestantes, mientras cientos trataban de interrumpir una marcha de derechos homosexuales en Bucarest. En Croacia, fuertemente católica, sólo algunos homosexuales se declaran tales y la mayoría lleva una doble vida.
Hungría aún está lejos de otorgar los mismos derechos a las relaciones homosexuales.
Una encuesta arrojó el año pasado que mientras el 52 por ciento de los checos están de acuerdo con que el matrimonio entre homosexuales sea permitido en Europa, mientras en Hungría sólo el 18 por ciento apoya esa medida.
En una protesta contra la discriminación, dos mujeres lesbianas húngaras realizaron el 14 de julio una ceremonia de matrimonio no oficial en el río Danubio, en Budapest.
El partido de coalición húngaro, Demócratas Libres, ha propuesto un proyecto de ley para autorizar el matrimonio entre homosexuales, que podría llevar a un compromiso al permitir que se registren uniones entre personas del mismo sexo, como en la República Checa.
"En verdad me acepté en Nueva York, donde el Orgullo Gay significa que varios cientos de miles de personas marchan: fue un carnaval, una gran fiesta donde las familias se reunían con sus hijos para divertirse y educarlos sobre tolerancia," afirmó Szetey.
"Seré el más feliz si no tengo que volver a hablar más sobre este tema. Si tengo que hacerlo, lo haré," declaró Szetey.

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