miércoles, 20 de junio de 2007

Una computadora por niño, a la uruguaya

María Noel Álvarez , Montevideo

Muchos niños no tienen acceso a libros o diarios en sus hogares.

¿Cómo afecta la llegada de la revolución digital a pueblos donde los niños caminan por calles de tierra, pero ahora con su computadora portátil bajo el brazo?

Poco se conocía sobre Villa Cardal, un pequeño pueblo del departamento de Florida, a 100 km de la capital de Uruguay.

Con una población de 1.300 habitantes, solamente el 3% del total de los niños tenían computadora.

La mayoría no tiene acceso a libros o diarios en sus hogares.

Pero hacía dos años, a muchos kilómetros de distancia, en Nueva York, se había lanzado un proyecto llamado "Una laptop por niño" que busca poner computadoras al alcance de niños que de otra manera no tendrían acceso, para ayudar a cerrar la brecha tecnológica.

Sólo el 3% de los niños en Villa Cardal tenía computadora.

Fue así que a partir del pasado 10 de mayo, con el lanzamiento del Proyecto Ceibal, cuando se entregaron 200 computadoras, el pueblo empezó a recibir visitas de autoridades y periodistas.

Cardal apareció en la primera plana de medios uruguayos y extranjeros.

"Acá nunca pasaba nada, pero con la visita del presidente, de los medios, el pueblo estaba conmocionado", explicó a BBC Mundo María del Rosario Chiarla, maestra desde hace 26 años.

Los niños: los protagonistas

Al entrar al salón de clase, los rostros de los chicos lo dicen todo.

De Massachusetts a un hogar en Villa Cardal. Dos hermanas usan la computadora en casa.

Entusiasmados con sus computadoras, las muestran orgullosos a quienes llegan de visita, y no dudan en contar sus experiencias cuando un nuevo grabador se enciende.

  • Rocío, de 7 años, fue la primera en levantar la mano para contar cómo la utilizaba: "Sacarme fotos, meterme en Internet y escribir".
    En la red encontró un poco de todo: "Información del pájaro loco, del Chavo del 8 y de la Batalla de las Piedras".

Agustina, de 7 años, contó acerca de los cuidados que había que tener: "No tengo que tirarla ni ensuciarla".

Las computadoras ayudaron además, a mejorar la asistencia. "Me gusta más venir a clase. Ahora nunca falto", confesó Facundo.

"Máquinas verdes"

Así se las bautizó a estas computadoras. Para que un programa de estos funcione, las mismas deben tener ciertas características.

El director de la escuela, Marcelo Galain
Es una herramienta que no podemos desaprovechar, no le podemos cerrar la puerta
Marcelo Galain

"Ser portátiles y livianas; con conexión inalámbrica; resistentes al agua, los golpes y los virus; y poseer programas que sean herramientas básicas educativas", aseguró el ingeniero Juan Grompone, asesor del proyecto.

Además los laptops deben poder vincularse y compartir una conexión. Este fenómeno se extendió también a las familias.

"La comparto con mi papá y le enseño a usarla porque sino me la puede romper", expresó Pablo, de 10 años.

Si bien hay detalles para mejorar, los involucrados están muy complacidos. "A quienes les cuesta escribir o tienen bajo rendimiento, con las computadoras escriben y leen más", afirmó Chiarla.

Marcelo Galain, director de la escuela, concordó con la maestra y agregó: "Tanto que hablamos de equidad, es una herramienta que no podemos desaprovechar, no le podemos cerrar la puerta".

El objetivo del plan es abarcar en el 2009 al 100% de los escolares de primer a sexto año de las instituciones públicas de todo el país.

A favor y en contra

Sin embargo, no todos aplauden la iniciativa. Tal es el caso de la Asamblea Técnico Docente, organismo asesor del Consejo de Enseñanza Primaria.

Danae Sarthou, delegada, explicó porqué rechazan el proyecto: "La gran inversión se realiza para máquinas que tienen una durabilidad de 3 años, y no incluye el mantenimiento y los servidores que requiere cada escuela".

La escuela
Algunas voces se alzaron para señalar que las máquinas sólo duran tres años.

"Los programas son limitados, y la conectividad entre las máquinas es de sólo 50 metros", agregó.

No obstante, las voces de oposición no acallan las de apoyo.

"Es una oportunidad de acortar la brecha digital", opina Héctor Florit, del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (CODICEN).

Aprueba además, la proyección global de estos proyectos dada su importancia en el siglo XXI.

"La tecnología es un gran instrumento y no hay que discutir si se la admite, sino pensar cómo emplearla en el mejor sentido", concluyó.

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