miércoles, 27 de junio de 2007

México: depuración policial

Agentes de la policía federal mexicana durante un operativo contra el narcotráfico
Miles de agentes federales participan en la lucha contra el crimen organizado

El gobierno de México dispuso el relevo de 284 oficiales de la policía federal, entre ellos las cabezas de más de 30 oficinas regionales, como parte de esfuerzos para atacar la corrupción y vínculos con el crimen organizado dentro de la fuerza.

"Es parte de un proceso de selección y formación de nuevos mandos superiores", argumentó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, al anunciar la decisión.

La medida afecta a mandos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y la Policía Federal Preventiva (PFP).

En conferencia de prensa, García Luna dijo que los oficiales serán sometidos a cursos de capacitación y evaluaciones que determinarán sus permanencia en la Policía Federal.

García Luna explicó que algunos de los altos mandos destituidos fueron separados de sus cargos por haberse negado a ser sometidos a una investigación interna, ordenada en marzo pasado por el presidente Felipe Calderón.

A poco de asumir en diciembre pasado, el mandatario lanzó una ofensiva contra los carteles de la droga, enviando a unos 25.000 soldados y policías federales a varios estados.

Lejos de lo esperado, la violencia no disminuyó y en lo que va del año se cobró la vida de unas 1.400 personas, según estiman los medios mexicanos.

Víctimas

Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de México
Uno de los ejes de esta estrategia es la profesionalización y depuración de los cuerpos de policía.
Genaro García Luna
Varias de estas víctimas son agentes de la policía y funcionarios locales, cuyas muertes serían producto de ajustes de cuentas de los grupos delincuentes.

Según expertos mexicanos, los bajos salarios, son a menudo un buen caldo de cultivo para que las organizaciones mafiosas tienten con fuertes sumas de dinero a los responsables de la seguridad.

En lo que va del año, centenares de agentes municipales y estatales fueron separados de sus cargos e investigados, especialmente en los estados de Nueva León, en el norte y Michoacán, en el oeste.

En marzo pasado, el presidente Calderón ordenó aplicar "exámenes de confianza" a los mandos policiales que comprendían pruebas psicológicas, médicas, antidoping y patrimoniales.

Vuelta a los cuarteles

Auto de un comandante de la policía asesinado el 19 de mayo.
Algunos policías fueron víctimas de ajustes de cuenta.
"Quien no quiera someterse a esos exámenes, no puede estar en la policía", advirtió García Luna, para quien estas pruebas tienden a garantizar la honestidad, transparencia y eficiencia de la policía federal.

Durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, el funcionario añadió que esta depuración, demuestra que el presidente "quiere fortalecer a las policías para que el Ejército algún día pueda regresar a los cuarteles".

Algunos dirigentes y expertos mexicanos criticaron el uso de la fuerza militar en esta campaña contra las organizaciones criminales.

Mientras consideran este despliegue excesivo y peligroso para el respeto de los derechos humanos, por otra parte temen de que si la campaña fracasa, desprestigie al Ejército y ponga al país en una situación de desgobierno y caos.

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