Soldados israelíes hirieron hoy a cuatro palestinos y detuvieron a un miembro de la Resistencia Islámica, Hamas, durante una operación en la ciudad cisjordana de Nablus.
Los militares balearon a niños y adolescentes que tiraron piedras contra sus vehículos blindados.
Testigos y fuentes médica dijeron que más de 30 vehículos del ejército hebreo irrumpieron en el lugar y rodearon un edificio de apartamentos.
Esas fuentes aseguraron que los atacantes declararon a la región meridional de Nablus zona militar cerrada.
Por otra parte, el Tribunal Supremo de Israel ordenó hoy al gobierno del primer ministro Ehud Olmert cambios en la construcción del muro de separación de Cisjordania, para evitar atraviese áreas del cultivo del pueblo palestino de Bilin.
La orden de desviar la muralla para que rodee al sembradío es la respuesta a una apelación de los habitantes del poblado hecha hace dos años.
El rechazo a que edifiquen la muralla en ese lugar concluye todas las semanas con marchas de protestas.
Cada viernes residentes e israelíes progresistas se enfrentan en manifestaciones a la policía antimotines en la localidad, que les dispara gases lacrimógenos y bolas de goma.
Mientras Israel identifica la construcción de la barrera con sus problemas de seguridad, el Tribunal Internacional de Justicia la califica de ilegal por atravesar zonas palestinas ocupadas en la guerra de 1967.
Los militares balearon a niños y adolescentes que tiraron piedras contra sus vehículos blindados.
Testigos y fuentes médica dijeron que más de 30 vehículos del ejército hebreo irrumpieron en el lugar y rodearon un edificio de apartamentos.
Esas fuentes aseguraron que los atacantes declararon a la región meridional de Nablus zona militar cerrada.
Por otra parte, el Tribunal Supremo de Israel ordenó hoy al gobierno del primer ministro Ehud Olmert cambios en la construcción del muro de separación de Cisjordania, para evitar atraviese áreas del cultivo del pueblo palestino de Bilin.
La orden de desviar la muralla para que rodee al sembradío es la respuesta a una apelación de los habitantes del poblado hecha hace dos años.
El rechazo a que edifiquen la muralla en ese lugar concluye todas las semanas con marchas de protestas.
Cada viernes residentes e israelíes progresistas se enfrentan en manifestaciones a la policía antimotines en la localidad, que les dispara gases lacrimógenos y bolas de goma.
Mientras Israel identifica la construcción de la barrera con sus problemas de seguridad, el Tribunal Internacional de Justicia la califica de ilegal por atravesar zonas palestinas ocupadas en la guerra de 1967.
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