"Hay un lugar y un tiempo en el que Michael Jackson, Bob Marley y yo tocaremos juntos, y con Jimi Hendrix", afirmó hoy en Marruecos el guitarrista mexicano Carlos Santana, aunque, tranquilizó a sus fans al precisar que "aún" no ha llegado su "momento".
En una conversación con los medios con motivo del concierto que ofrecerá esta noche en el festival Mawazine, que reúne esta semana en Rabat a un centenar de músicos de todo el mundo, Santana, que en unas semanas cumplirá 64 años, bromeó con que no piensa retirarse: "Cada vez que le digo a Dios lo que quiero hacer, se ríe de mí".
Santana lanzó también un alegato por la igualdad de las mujeres, señalando que "en muchos lugares del mundo aún no se les da lo que es por derecho suyo" y que cuando visita "determinados sitios", en alusión a Marruecos, es importante para él "asegurarse de que las mujeres están bien".
"Aunque respeto vuestra tradición y mentalidad, es sólo eso, una mentalidad. Y si os revolvéis contra ella, veréis que la compañera de luz que Dios os dio debe ser celebrada y honrada, y no temida", aconsejó el artista.
También se refirió a la cancelación, por deseo del músico, de un concierto que tenía previsto ofrecer en Israel a principios de junio, para precisar que el espectáculo "no está anulado, sino aplazado hasta cuando haya más atención a la unidad y la armonía que al conflicto".
"Si toco en una prisión, no lo haré el día antes o después de que ejecuten allí a un ser humano. He tocado en Israel y volvería a tocar allí, pero no ahora mismo, porque ambas partes están metidas en algo que no es constructivo, en lo que preferiría no participar", añadió.
Sin embargo, el artista aseguró que no viene a Marruecos "a promover ninguna bandera, ni ninguna religión", sino "traer algo a este mundo que los políticos y los religiosos no han sabido traer: el amor".
"La meta para mí es tocar el corazón de la gente, como hacía Bob Marley", aseguró, acariciando la imagen del cantante jamaicano estampada en su camiseta.
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