Hernán Rivera Letelier
El desierto se lo dio todo, “hasta el oficio de escribir”
En los evangelios echaba de menos que en ningún versículo Cristo sonriera
Portada del libro 'El arte de la resurrección'
En la década de los años 30, un atípico personaje aparece en las laderas del Valle de Elqui (Chile). Ropa desaliñada, largas la melena y la barba y predicando ser él la reencarnación de Cristo en su segunda venida. Mucha gente vacía las iglesias y abandona a los curas para seguirle.
Ahora en 2010, el escritor chileno Hernán Rivera Letelier retoma esta historia con la que ha elaborado El arte de la resurrección (Premio Alfaguara 2010). En una entrevista con Periodista Digital cuánta cómo ha dibujado a este personaje.
"Lo que he hecho es pintar un Cristo más humano que el que encontraba en la Biblia. Yo me crié leyendo, una y otra vez, los Evangelios y no encontré ningún versículo en el que Jesús se riera o, al menos, sonriera".
Una vez escrito el relato, Rivera Letelier confiesa haberse convencido de que aquel Cristo de Elqui era de verdad el profeta de los pobres que contrasta con todos los "iluminados y Mesías" que desde el mundo de la política, el arte o el comercio pasan por los verdaderos.
"Creo que si Cristo volviera hoy a estar entre nosotros le trataríamos de forma despectiva. No le aceptaríamos en ningún club, no le darían tarjetas de crédito... Y en el Vaticano le cerrarían las puertas o lo echarían a patadas."
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