miércoles, 4 de julio de 2007

"Hablaban de matarme y de torturarme"

Alan Johnson, periodista de la BBC, fue puesto en libertad poco antes del amanecer, acompañado por dirigentes del Hamas y rodeado de hombres armados

Sakher Abu el Oun - El periodista británico de la BBC Alan Johnston fue liberado el miércoles tras haber estado secuestrado durante 16 semanas por extremistas palestinos en Gaza, pálido y demacrado pero encantado de que hubiera terminado esta experiencia "aterradora".

Alan Johnson, el occidental secuestrado durante más tiempo en la franja de Gaza, fue puesto en libertad poco antes del amanecer, acompañado por dirigentes del Hamas y rodeado de hombres armados.

"Es fantástico estar libre", declaró a la televisión BBC por teléfono desde el hogar del destituido primer ministro del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica), Ismail Haniyeh, en el campo de refugiados Shatti, donde fue invitado a desayunar.

El periodista británico habló de los 114 días que permaneció prisionero y aislado, cuando fue amenazado de muerte, pero agradeció al Hamas --que se apoderó por las armas del control de la franja de Gaza el mes pasado-- que hubiera obtenido su liberación.

"Ellos hablaban de matarme y de torturarme", declaró a los periodistas después de entrar a Israel, antes de dirigirse al consulado británico en Jerusalén. "Me esposaron, me encapucharon y me llevaron en medio de la noche", precisó.

Vestido con jeans, camisa y una chaqueta azules, parecía tranquilo, sonrió e hizo bromas ante las cámaras, aunque estaba pálido y era evidente que había perdido peso mientras fue cautivo del grupo extremista Ejército del Islam.

"Por supuesto, las últimas 16 semanas fueron las peores imaginables de mi vida. Fue como estar enterrado en vida, alejado del mundo y por momentos aterrador", afirmó, expresando un "alivio enorme" al encontrarse en libertad.

Alan Johnston dijo que sus secuestradores amenazaron su vida, lo tuvieron prisionero totalmente aislado y durante 24 horas encadenaron sus muñecas y tobillos, aunque se sentía confiado gracias al apoyo internacional y podía escuchar el Servicio Internacional de la BBC.

"Casi no hubo violencia salvo durante media hora, cuando comenzaron a golpearme, pero no fue nada grave", dijo.

"Yo estaba en manos de personas peligrosas e impredecibles. Era algo atemorizador, pues no sabía cuando podía terminar", añadió.
Johnston fue entregado al comandante del brazo militar del Hamas, que lo llevó a un escondite en el norte de Gaza después de que el movimiento islamista llegara a un acuerdo con el Ejército del Islam y un mufti local sacara una fatwa (decreto religioso) para la liberación del periodista británico.

En conformidad con este acuerdo, Hamas accedió a no presentar cargos contra sus secuestradores y poner en libertad a uno de sus líderes, Jatab al Maqdisi, a cambio de que el Ejército del Islam liberase a nueve dirigentes del Hamas, indicaron fuentes de la seguridad.

Este periodista premiado, que cumplió 45 años en cautiverio hace dos meses, era el único corresponsal occidental permanente en Gaza cuando fue secuestrado por hombres armados el 12 de marzo al regresar del trabajo a su hogar en automóvil.

Hamas presionó a este grupo radical marginal para que lo pusiera en libertad después de apoderarse de toda la franja de Gaza en una mortífera operación el 15 de junio, y exigió su liberación incondicional.

"Honestamente, creo que si no hubiera sido por la presión verdaderamente seria del Hamas, ese compromiso de poner fin a muchos, muchos problemas de seguridad en Gaza, es posible que yo hubiera permanecido en esa habitación mucho, mucho tiempo más", sostuvo Johnston.

"Nosotros hicimos un gran esfuerzo en los últimos meses para liberarlo. El es un amigo del pueblo palestino", afirmó Haniyeh, manifestando la esperanza de que se pueda llegar a un acuerdo para liberar al soldado israelí Gilad Shalit, quien está secuestrado en Gaza desde hace un año.

Luego pinchó una banderita palestina en la solapa de Johnston y rodeó sus hombros con una bandera palestina, que el periodista se sacó inmediatamente.

Después de cruzar el paso fronterizo de Erez hacia Israel, donde Johnston dijo que tenía intenciones de ir a Jerusalén y luego a Londres, mantuvo conversaciones con diplomáticos y colegas en el consulado británico de Jerusalén.

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