martes, 11 de marzo de 2008

UE teme "inmigrantes ambientales"

Las comunidades de litoral en los países en desarrollo son vulnerables al cambio climático.

Existe la posibilidad de que en un futuro no muy lejano, muchos centroamericanos y caribeños que viven cerca de las costas deban emigrar huyendo del aumento en el nivel del mar.

Y que los huracanes que suelen azotar el Caribe y el Golfo de México se vuelvan más severos, y que su furia desemboque en tensiones políticas y sociales por toda la región.

Así lo augura un conciso informe -de siete páginas- redactado entre Javier Solana y Benita Ferrero-Waldner, las dos máximas figuras de las relaciones exteriores de la Unión Europea.

Según ellos, al hombre se le fue el mundo de las manos, y en unos años el cambio climático que él mismo creó se encargará de dar forma a sus consecuencias fatales.

Y esas consecuencias no llegarán sólo en forma de desastres naturales, sino también en forma de olas "de inmigrantes ambientales" y "luchas por los recursos energéticos", algo que afectará indefectiblemente a la seguridad internacional.

No sólo sufrirá América Latina, también lo harán zonas como África, Oriente Medio, el sur de Asia y el Ártico, en las que el cambio climático no hará nada más que multiplicar "las tendencias, tensiones e inestabilidades existentes".

Migraciones ambientales

Los problemas ambientales generarán mayor lucha por los recursos, advierte el informe.
La escasez de alimentos y de agua, las inundaciones o las sequías serán las causantes de los "inmigrantes ambientales", que según la ONU serán millones hacia 2020.

"Aquellas poblaciones que ya sufren de condiciones pobres de salud, desempleo o exclusión social se volverán más vulnerables a los efectos del cambio climático, que podría amplificar las migraciones dentro o entre los estados", señala el informe.

Europa, por ejemplo -señala el informe-, podría enfrentar una avalancha de "refugiados del clima" llegados de África Central u Oriente Medio.

Lucha por los recursos

El informe de Solana y Ferrero-Waldner también destaca posibles áreas que en unos años podrían ser fuente de conflicto por los recursos naturales.

El cambio climático podría desatar migraciones a la Unión Europea, advierte el informe.
Es el caso del Ártico, donde el "rápido deshielo" está propiciando la apertura de nuevas rutas marítimas y de comercio internacional, y está mejorando el acceso a los enormes recursos de hidrocarburos que allí existen.

Esto está cambiando la dinámica geoestratégica de la región, "con consecuencias para la estabilidad internacional y para los intereses de seguridad europeos".

La reciente plantación por parte de Rusia de su bandera debajo del Polo Norte es la mejor ilustración de estos nuevos conflictos que se avecinan, explican los dos mandatarios.

El informe se presentará ante los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, que se reunirán en Bruselas este jueves y viernes en una cumbre centrada en las políticas energéticas y en cómo combatir las consecuencias del cambio climático.

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