El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, aprobó un plan para construir 750 viviendas en un asentamiento judío en Cisjordania.
El proyecto había sido aprobado por primera vez en 1999, aunque se paró dos años más tarde después de que los obreros palestinos se negasen a trabajar en la construcción.
El ministro de la Vivienda de Israel afirmó que las nuevas casas del asentamiento de Givat Zeev contribuirán a solucionar "las necesidades demográficas de Jerusalén".
Según el corresponsal de la BBC, Crispin Thorold, la decisión de Israel provocó la reacción airada de los líderes palestinos, ya que para estos existen pocos asuntos más polémicos que la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania.
Bajos los acuerdos de paz entre israelíes y palestinos la expansión de los asentamientos debe frenarse.
Dificultades
Según el negociador palestino Saeb Erekat la decisión de Israel pone en duda su compromiso con el proceso de paz.
"Me da la sensación que los israelíes quieren poner un palo en la rueda de las negociaciones de paz", afirmó Erekat.
"Ello dificultará los esfuerzos de Estados Unidos de revivir el proceso", añadió.
El portavoz de Ehud Olmert, Mark Regev, afirmó que no se trata de una decisión nueva ya que "es anterior a este gobierno".
"Está aprobado. Es una decisión congruente con nuestra política de construcción en los grandes bloques de asentamientos, que permanecerán en Israel cualquiera que sea el acuerdo de paz final", añadió.
Según la radio de Israel, la decisión de retomar el proyecto de ampliación del asentamiento fue impulsada por el partido ultra ortodoxo Shas, que amenazó con abandonar la coalición de gobierno si la construcción no se aprobaba.
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