domingo, 9 de marzo de 2008

Opereta sudamericana

Sorprendente reconciliación.
La trama argumental inverosímil es la característica principal de una opereta. Tras el teatro animado y satírico que enfrentó a Ecuador, Colombia y Venezuela se esconde mucho más según analistas alemanes.

Durante una semana los presidentes de Colombia, Ecuador y Venezuela intercambiaron acusaciones, graves insultos, cerraron fronteras, retiraron diplomáticos y movilizaron a sus tropas. Una semana después, en el marco de la reunión del Grupo de Río en la República Dominicana, sin mayor aviso y ante la mirada perpleja de más de uno los mismos presidentes se abrazaron, intercambiaron profundas miradas y declararon superado el conflicto.

El milagro de Santo Domingo

Soldados ecuatorianos en pie de guerra.

Latinoamérica, siempre calificada de continente pintoresco por los alemanes, agrega con el “milagro de Santo Domingo” un poco más de color a su imagen. El corresponsal de la agencia de noticias alemana DPA, Jan Uwe Ronneburger, habla de una “opereta política à la sudamericana”, en la que al enfrentamiento de los “gallos de pelea” da paso a una reconciliación desbordante de símbolos: el presidente Álvaro Uribe, de regreso a Colombia pide a un sacerdote orar un Padre Nuestro por las buenas relaciones con los países vecinos, Hugo Chávez viaja a Cuba para constatar al lado de su viejo amigo Fidel que el único perdedor de la crisis superada es “el imperio”, y Rafael Correa se vanagloria de que jamás una crisis internacional ha sido superada “tan rápido y eficazmente”.

No sólo los que presenciaron en vivo por la televisión dominicana las imágenes de la reconciliación quedaron con la boca abierta. ¿Una crisis escenificada? ¿Motivos de alivio por el final feliz? Nada más lejos. El folklore latinoamericano no maquilla el enorme desprecio que existe y que testifican los deslices verbales durante la crisis, constata Ronneburger. Uribe y su estrecha relación con Estados Unidos es un paño rojo para el presidente Chávez, quien busca con sus petrodólares impulsar su “socialismo del Siglo XXI” y acabar con la tradicional predominancia estadounidense en América Latina.

Uranio, drogas y 300 millones de dólares venezolanos

Tampoco la especialista en temas latinoamericanos del periódico Die Welt, Hildegard Stausberg, cree en milagros. La amenaza de guerra está superada por el momento, pero los hallazgos de los archivos en tres computadoras confiscadas durante el golpe en territorio ecuatoriano al segundo de las FARC, Raúl Reyes, son la calve del actual desenlace y pueden modificar el rompecabezas de alianzas geoestratégicas en la región.

Las imágenes de bellas mujeres, guitarras y buen whisky testifican la “relajada vida social en el campamento guerrillero”. Un campamento no de chozas improvisadas sino de instalaciones estables con enorme arsenal de armamento ligero y pesado. La especialista de Die Wel, basada en información publicada por el diario colombiano El Tiempo escribe sobre las reuniones entre un ministro ecuatoriano y Reyes, la financiación por 300 millones de dólares otorgados por Venezuela a las FARC, un recibo de Reyes de 1,5 millones de dólares por 700 kilos de cocaína, información detallada de venta de drogas a México, la venta y compra de 50 kilos de uranio y dos cartas del líder de las FARC, Manuel Marulanda, dirigidas a Hugo Chávez, y concluye que el contenido archivado en estas tres computadoras influye desde ya la realidad latinoamericana.

Compromiso blando

Logo de la OEA.

La sesión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) no finalizó con la condena total de Colombia demandada por el presidente Correa. El comunicado votado por unanimidad en el que la OEA hace hincapié en la inviolabilidad de las fronteras pero no condena a Colombia es “una fórmula de compromiso blanda”, afirma Stausberg, quien no descarta que los amigos de Chávez se lancen a la defensiva. Los esfuerzos de desestabilización regional por parte de Venezuela parecen abarcarlo todo, como lo demuestra los estrechos contactos de las FARC con Ecuador y Venezuela y el fuerte apoyo financiero a los terroristas por parte de Chávez.

Falta poco tiempo para el Congreso de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA el próximo 17 de marzo, el primero en 18 años, en donde se demostrará, según la analista alemana, si se reubican los frentes en América Latina.

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