domingo, 24 de febrero de 2008

Los superdelegados se pasan a Obama

"Follow the leader". Es una expresión anglosajona que se está haciendo realidad en la campaña demócrata por la candidatura a la presidencia de EE UU, al menos en cuanto a los superdelegados se refiere.

Según publica hoy el diario estadounidense USA Today, los representantes para la convención demócrata que no son elegidos por los votantes están pasándose al bando de Barack Obama, al que perciben como caballo ganador, cuando al principio de la carrera eran mayoritariamente partidarios de Hillary.

Según una encuesta de que publica el diario, en las últimas dos semanas, más de dos docenas de superdelegados demócratas figuras prominentes del partido que estarán presentes en la convención que elegirá al candidato en verano y que no son elegidos por los votantes de las primarias y los caucuses de las últimas semanas, sino que son designados y tienen libertad de voto- se han pasado al bando de Obama, mientras que otros están abandonando el barco de Clinton o declarándose indecisos.

Aunque los superdelegados pueden votar a quien quieran en la convención, sería una hecatombe que dieran la victoria a un aspirante que tiene menos votos de la ciudadanía.

El candidato demócrata a la Casa Blanca será el que consiga un total de 2.025 delegados de los 4.049 que hay en juego. De esos 4.049, 795 son superdelegados. Hasta ahora, estos superdelegados eran mayoritariamente partidarios de Hillay Clinton, pero las cosas están cambiando, de modo que Obama está reduciendo la ventaja de la ex primera dama en este terreno. En una carrera tan apretada como ésta, serán muy importantes en la convención, por lo que ambos bandos centran grandes esfuerzos en ellos.

El senador por Illinois ya está por delante de la senadora por Nueva York en delegados totales (1.361 a 1.267), pero las encuestas siguen poniendo por delante a Clinton en cuanto a superdelegados (241 a 181 hasta ahora), pero en las últimas dos semanas Hillary ha perdido dos apoyos mientras que Obama ha ganado 25.

Desde que comenzaran las primarias en enero, tres superdelegados de Clinton se han pasado a Obama, incluyendo al congresista por Georgia David Scout, y otros dos se han declarado indecisos. Ninguno de los que apoyaban a Obama ha cambiado de opinión.

El trasvase de superdelegados tiene una explicación: la racha de victorias de Obama en las últimas primarias celebradas. El candidato afroamericano ha ganado las últimas 11 elecciones primarias que se han celebrado y ha pasado de ser un contendiente anecdótico, exótico tal vez, a convertirse en el favorito para representar a los demócratas en las elecciones de noviembre.

USA Today pone un ejemplo concreto, el de John Perez, un californiano que primero apoyó al aspirante John Edwards, ya retirado de la carrera; luego dio su respaldo a Clinton y ahora se declara indeciso. "Vista cómo está la carrera, creo que es muy importante para nosostros jugar un papel para unir al partido en torno al candidato que la gente ha elegido, y no abogar por nuestra propia elección", ha declarado recientemente en una entrevista.

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