martes, 19 de febrero de 2008

CUBA: Fidel cede el paso a Raúl

En una decisión que puede parecer inesperada cuando se ha estado en el poder por casi 50 años, Fidel Castro anunció este martes su renuncia a la presidencia de Cuba y cedió así el cargo a su hermano Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas y el candidato más votado en las elecciones del 20 de enero.

"No aspiraré ni aceptaré –repito-- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", afirmó Fidel Castro en un mensaje firmado el 18 de febrero a las 17:30 hora local (22:30 GMT) y aparecido en la versión digital del diario oficial Granma la madrugada de este martes.

Traicionaría "mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo", añadió Castro, más de medio año después de que una enfermedad repentina le hiciera renunciar "provisionalmente" a todas sus responsabilidades al frente del país.

Desde entonces, añade, preparar al pueblo "para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación 'no exenta de riesgos'. Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer".

"No me despido de ustedes. Deseo sólo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título Reflexiones del compañero Fidel. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso", prometió.

Al ceder su puesto al frente del gobierno y del ejército y cambiar el título de su actual columna, Reflexiones del Comandante en Jefe, el líder de la Revolución Cubana no mencionó su responsabilidad como primer secretario del gobernante Partido Comunista, cargo que ocupa desde 1965 y que podría también abandonar en el próximo congreso.

Las reacciones no se hicieron esperar. "Creo que el cambio de Fidel Castro debería dar inicio a un período de transición democrática", dijo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una conferencia de prensa en Ruanda, donde se encuentra en el marco de una gira por cinco naciones africanas.

En tanto, un portavoz de la Unión Europea (UE) reiteró, desde Bruselas, la oferta de un diálogo político con Cuba para un proceso pacífico de transición a una democracia pluralista.

Mientras las opiniones más diversas se acumulaban en Internet, tras la publicación del mensaje en la madrugada. Cuba amaneció tranquila, como un día más, y las pocas personas enteradas habían tomado la información como parte de un proceso natural, para lo que ya se habían preparado durante muchos meses.

"Si algo hemos comprendido en estos meses es que él no puede seguir con esa carga. Es una decisión sabia y digna", dijo a IPS una mujer de 52 años, militante del Partido Comunista, quien había salido temprano de su casa al trabajo este martes y no había tenido oportunidad de oír la noticia por radio o televisión ni visto los periódicos.

Un funcionario del gobierno cubano que prefirió el anonimato confesó que le había sorprendido la noticia, "pero no tanto".

"Es lo mejor para el país. Fidel ha demostrado con esto mucha claridad de mente", afirmó y manifestó su confianza en las generaciones más jóvenes. "La llamada generación histórica arrastrará con ella a quienes nacieron durante la crisis económica, cuyo compromiso político con el proyecto socialista parece menos fuerte", añadió.

El mensaje despejó la incógnita que rodeaba la instalación, el próximo domingo, de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral) y la elección por los diputados de los integrantes del Consejo de Estado, máximo órgano de gobierno que sustituye a la asamblea entre las sesiones, así como de su presidente, vicepresidentes y secretario.

Observadores locales estiman que el parlamento, que se constituirá este mes, tendrá sobre si la responsabilidad de impulsar un grupo de cambios que la población ha estado pidiendo en los últimos meses y que, de alguna manera, se han vinculado al actual presidente en funciones Raúl Castro.

El debate en centros de trabajo y organizaciones de masa y políticas, que siguió al llamado a la crítica realizado por el ministro de las Fuerzas Armadas, el 26 de julio pasado, dejó una relatoría de 1,3 millones de planteamientos que, según fuentes oficiales, están siendo analizados.

Trascendidos aseguran que la ciudadanía de Cuba, con 11,2 millones de habitantes, podría esperar medidas importantes en la esfera económica, pero también respuestas a otras viejas inquietudes como la necesaria flexibilización de los mecanismos establecidos para los viajes al exterior y el levantamiento de no pocas prohibiciones.

La renuncia de Fidel Castro "amplía las posibilidades de que Raúl Castro pueda cumplir lo que prometió en el discurso del 26 de julio y lo que ha dicho posteriormente sobre la necesidad de eliminar prohibiciones dañinas", dijo a IPS el economista Oscar Espinosa Chepe, uno de los 75 opositores presos en 2003 y después liberado bajo licencia extrapenal.

Espinosa Chepe aseguró que el actual momento significa la "consolidación" de Raúl Castro al frente del país, "abre esperanzas de cambio favorables al pueblo de Cuba" y "amplía las expectativas".

Desde la oposición "esperamos, sobre todo, la liberación de los presos políticos", apuntó. "Nosotros hemos alertado de los problemas de la sociedad cubana. Muchas de las cosas que hoy se dicen sobre los salarios, la agricultura, la economía en general, fue la oposición quien alertó sobre ellas", añadió.

"No estamos pidiendo enfrentamientos, sino respeto y reconciliación", añadió.

El llamado le sucedió a las declaraciones del canciller español Miguel Ángel Moratinos de que el gobierno cubano pondría en libertad, por motivos de salud, a siete opositores, integrantes del grupo de los 75 encarcelados en 2003.

Cuatro de esos siete opositores ya recobraron la libertad y viajaron de inmediato a España el domingo. Se trata de Alejandro González, Omar Pernet, José Gabriel Ramón Castillo y Pedro Pablo Álvarez

En los últimos meses, Cuba también anunció su decisión de firmar dos pactos internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de derechos humanos, abrió sus puertas a los mecanismos de revisión periódica establecidos por esa organización y estableció un mecanismo de diálogo sobre estos temas con España.

Estas decisiones fueron interpretadas el 13 de este mes por el canciller Felipe Pérez Roque como lo que está en disposición de hacer el gobierno cuando no está sometido a presiones ni manipulaciones de ninguna índole, como solía suceder en la hoy desaparecida Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, y sustituida por el Consejo de Derechos Humanos.

Sobre la participación de Fidel Castro en todas las decisiones importantes que se han tomado en el país en los últimos meses, el ministro de las Fuerzas Armadas aseguró, en diciembre, que no se le abrumaba "con problemitas, pero le consultamos todas las cuestiones principales".

Ahora, en el momento de ceder su puesto, Castro se mostró confiado en la continuidad del proceso revolucionario.

Se cuenta todavía con los "cuadros de la vieja guardia", otros que "eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución" y con la "generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una Revolución", aseguró.

A su juicio, "el camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos". Asimismo, reconoció que desconfía de las "sendas aparentemente fáciles de la apologética o la autoflagelación como antítesis" y llamó a "prepararse siempre para la peor de las variantes".

"Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo", alertó en una clara referencia a su histórico enemigo, el gobierno de Estados Unidos.

por Dalia Acosta

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