domingo, 24 de febrero de 2008

Cómics... para tomarlos muy en serio

Hugh Schofield

Un hombre observa una serie de afiches o postres en el Festival Internacional de Cómics (Pierre Andrieu/AFP/Getty Images)
El festival internacional de cómics de Angulema, Francia, es un punto de referencia.

Francia se ve a sí misma como la capital mundial de los bandes dessinees o de BDs; es decir, de lo que conocemos como cómics. Miles de álbumes se publican cada año e incluso hay un festival internacional en la ciudad francesa de Angulema.

Un duendecillo color azul cielo me dio la bienvenida en la estación de tren de Angouleme.

Un gran grupo de ellos llegó a esta ciudad francesa y se paseaba por sus calles como si fuera un ejército medieval, golpeando las cabezas de los visitantes con unos bastones de goma.

¿Quiénes eran los miembros de esa tribu de duendes azulados? ¿Y por qué me eran tan familiares?

Me vino a la memoria un programa de televisión para niños de la década de los años 70 y una terrible canción compuesta por un holandés, el padre Abraham.

¡Por supuesto! Lo que estaba viendo eran los Pitufos, ahora con unos años de más. De hecho estaban celebrando su 50º cumpleaños por la calles de esta ciudad del suroeste de Francia.

Les bandes dessinees

Los Pitufos, o para ser más exactos los Schtroumpfs, no son realmente franceses. Son belgas, y su creador, Pierre Culliford, era medio inglés.

Los Pitufos cumplieron 50 años
Los Pitufos, o para ser más exactos los Schtroumpfs, no son realmente franceses. Son belgas, y su creador, Pierre Culliford, era medio inglés.

Pero es igual, porque a lo que historietas o cómics se refiere, Francia y Bélgica cuentan como un solo país.

De hecho, llaman a estos cómics la banda dessinee Franco-Belge y, a pesar de la frivolidad de los bastones, para nuestros pequeños amigos azulados, esto no es motivo de broma.

Si estuvo alguna vez en una librería en Francia, sabrá a lo que me refiero.

Al lado de los libros normales, -ya sabe esas cosas pasadas de moda-, encontrará una sección igual o quizás más grande dedicada a Les BDs.

Uno la avista con sólo entrar por la puerta de la librería, porque ve una serie de individuos con expresión melancólica sentados en el suelo o apoyados en los estantes.

Nunca entendí por qué el personal de la librería permite que lo hagan. ¿Acaso uno entra a una librería, se lee una novela allí mismo y se va sin pagar?

Expertos en cómics

Si uno va más allá verá que la sección de los BDs está dividida en varias categorías.


Se encuentran las obras clásicas como Asterix, Tintín, Lucky Luke, el vaquero que dispara más rápido que su propia sombra, u otros que nunca consiguieron internacionalizarse como es el caso de Rahan, o el niño salvaje, una especie de Tarzán de los tiempos prehistóricos.

También hay lo último en cómics. De entre los más vendidos -incluso superando a Harry Potter y la historia de amor del presidente francés Nicolas Sarkozy- se encuentra una serie llamada "Trece" sobre un hombre que trata de redescubrir su identidad después de haber perdido su memoria.

También está la sección estadounidense, la sección japonesa del Manga, que cada vez es más grande porque cada vez es más popular.

Incluso hay la sección para adultos, con trabajos de una viveza realmente asombrosa.

La experimentación y el vanguardismo permite a los seguidores de los BDs verse como algo más que un simple consumidor de cómics. Más bien como un devoto cultivador de una forma de arte próspero

Y entonces encontramos, el orgullo de todas las secciones, la que los franceses llaman les Auteurs.

Aquí, los autores más conocidos son catalogados por su nombre. Aquí encontramos lo máximo, lo más bueno en cómics.

Un álbum en esta sección sólo llega a vender unos cientos de copias -poco, si lo comparamos con el medio millón de ejemplares que consiguen vender los más populares. Los verdaderos entendidos los conocen muy bien.

Aquí, la experimentación y el vanguardismo permite a los seguidores de los BDs verse como algo más que un simple consumidor de cómics. Más bien como un devoto cultivador de una forma de arte próspero.

Valores estéticos

El festival internacional de BDs de Angulema es como si fuera el festival de cine de Cannes. Los franceses consideran que una película tiene valores más allá de aquellos puramente comerciales. Lo mismo opinan de los cómics.

Cómic
Los teóricos nos dicen que con la televisión, las computadoras, los video juegos, las futuras generaciones dependerán más y más de la representación visual que de la agudeza verbal.

La diferencia está en que con los BDs, y no con el cine, los franceses están convencidos de que son los líderes mundiales.

Esto es importante porque el supuesto declive de la civilización francesa es una cuestión delicada.

Un artículo reciente de la revista Time ha provocado gran indignación porque dice que la literatura y el arte francés se han convertido en algo provincial e introspectivo.

¡Nada de eso! Únase a los franceses. Y si no mire el "noveno arte". Así es como llaman a los BDs.

¿Quién puede negarnos el orgullo de este medio moderno de rápido crecimiento que se encuentra tan de moda en la cúspide de la palabra y la imagen, de la palabra escrita y de internet, de lo virtual y lo verdadero?

Personalmente, yo nunca me aficioné a los BDs.

La noción de que los cómics son una manera nueva y desafiante de representar la realidad, lo encuentro un poco irresponsable.

No obstante, me atrevo a decir que soy anticuado.

Los teóricos nos dicen que con la televisión, las computadoras, los video juegos, las futuras generaciones dependerán más y más de la representación visual que de la agudeza verbal.

Quizás los franceses tengan razón en tomarse los cómics, tan seriamente.


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