Jay Brannan:
En 2006 el escándalo llegó con 'Shortbus', de John Cameron Mitchell. Cuando aún se debate sobre si el sexo explícito puede llegar a aparecer en la gran pantalla más allá de cintas "arties" o clasificadas X, el director de la muy glam 'Hedwig and the Angry Inch' entregaba una película rodada con actores "amateurs" y sensibilidad algo "naif", pero en la que se mostraban sin pudor prácticas sexuales como un trío homosexual en el que uno de sus componentes terminaba utilizando un pene erecto como micrófono para entonar el himno americano. Pura provocación.
El cantante en cuestión era Jay Brannan, un jovencísimo cantautor folk que, además de enamorar a la comunidad gay con su personaje de joven perdido y deprimido, logró colar su canción 'Soda Shop' en una banda sonora cuajada de grupazos indies como Animal Collective o Yo la tengo. Consciente de su recién adquirido estatus de figura de culto, Brannan comenzó a colgar canciones en su canal de YouTube, logrando más de un millón de visitas. "Internet ha sido increíblemente importante para mi carrera. Hace 10 años nadie de la industria me hubiera dado una oportunidad. Pero, ahora, puedo colgar mis canciones en mitad de la noche y llegar a infinidad de personas sin pedirle permiso a nadie", explica desde California.
El cantautor Jay Brannan.
El actor y cantautor vendrá a tocar, por primera vez, a nuestro país el 19 de septiembre, en el Orange Café de Madrid y el 20, en la barcelonesa sala Luz de Gas. Un viaje ante el que se encuentra excitado pero muy nervioso. "No sé mucho de España, sólo que os gusta la paella y que pronunciáis la c y la z de forma diferente a Sudamérica", confiesa entre risas.
En estos directos, Brannan presentará los temas de su último disco, 'Goddamned', un sensible trabajo que tiene mucho de autobiográfico. "Para escribir me inspiro en mis propias experiencias, en mis miedos y frustraciones. Quizás por eso mi música suene algo triste, pero no me autocensuro para amoldarme a lo que la industria quiere. Hago las canciones para mí".
Por ello, en sus temas no oculta su orientación sexual o que le gustaría ser un ama de casa, tal y como canta en su single 'Housewife'. Una postura abierta y liberal por la que muchos le meten en el mismo saco de prohombres gayers como Rufus Wainwright o Sam Sparrow. "La verdad es que no me gusta prestar atención a esas cosas, a quién es gay y quién no. No pretendo apoyar a la causa, sólo a personas. El hecho de ser gay no significa que mis canciones sean gays. Igual que Alanis Morissette por ser hetero, no hace solo canciones para heteros". Precisamente, él se siente más identificado con solistas como Lisa Loeb o Ani DiFranco, de la que ha hecho más de una versión en 'In Living Cover', un CD en el que también homenajea a The Cranberries o Joni Mitchell.
"Para escribir me inspiro en mis propias experiencias, en mis miedos y frustraciones"
Quizás darse a conocer con un papel tan controvertido haya estigmatizado la carrera de este texano de 26 años que empezó a cantar en el coro de la iglesia. "Sólo tengo buenos recuerdos de la película, tanto en el plano personal como profesional. Aparecer en un filme que se va a ver en todo el mundo y al que las personas reaccionan de una manera tan apasionada es como hacer una gira mundial sin salir de casa. He llegado a actuar en sitios en los que nunca había estado y la gente se sabía mis letras y las cantaban. Era un poco surrealista para mí".
En breve, comprobaremos si este pequeño fenómeno se repite en sus intimistas conciertos de Madrid y Barcelona. "Muchos fans españoles me pedían que actuara allí desde el estreno de 'Shortbus' y estoy contento de poder hacerlo al fin. En mis conciertos, me gusta hablar con el público. Sobre todo, para sentirme menos nervioso. ¡Espero no aburrirles!", zanja, entre risas.
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