La marcha se desarrolló sin ningún tipo de incidentes, a pesar de las amenazas de grupos ultraderechistas.
La 12º edición del Orgullo Gay de Budapest, cuyo lema de este año fue “por la dignidad gay”, se desarrolló el pasado sábado sin ningún tipo de incidentes y congregó a cerca de 2 mil personas.
La manifestación, que había sido amenazada por grupos extremistas ligados a partidos de ultraderecha, fue absolutamente pacífica.
En julio pasado, las amenazas de las organizaciones Magyar Gárda y Jóvenes de los 64 Condados habían preocupado a los colectivos LGTB húngaros, que llegaron a solicitar una entrevista con el presidente del país para exigirle que garantizara la seguridad del evento.
Aunque esa reunión no tuvo lugar, la marcha fue ampliamente custodiada por la policía de Budapest en prevención de posibles altercados con grupos homófobos.
La mayoría, en el armario
Mientras las organizaciones homosexuales del país han mostrado su satisfacción por el desarrollo pacífico de la marcha (al contrario de lo que ocurrió en 2007), un informe difundido por medios locales indicaba que los húngaros no son “homófobos activamente”.
Sin embargo, según la misma fuente, la mayoría de los ciudadanos del país rechaza el tratamiento de la homosexualidad como “algo público”. Esta opinión explicaría que gays y lesbianas húngaros sigan mayoritariamente “en el armario”, según la Encuesta Social Europea de 2006.
La 12º edición del Orgullo Gay de Budapest, cuyo lema de este año fue “por la dignidad gay”, se desarrolló el pasado sábado sin ningún tipo de incidentes y congregó a cerca de 2 mil personas.
La manifestación, que había sido amenazada por grupos extremistas ligados a partidos de ultraderecha, fue absolutamente pacífica.
En julio pasado, las amenazas de las organizaciones Magyar Gárda y Jóvenes de los 64 Condados habían preocupado a los colectivos LGTB húngaros, que llegaron a solicitar una entrevista con el presidente del país para exigirle que garantizara la seguridad del evento.
Aunque esa reunión no tuvo lugar, la marcha fue ampliamente custodiada por la policía de Budapest en prevención de posibles altercados con grupos homófobos.
La mayoría, en el armario
Mientras las organizaciones homosexuales del país han mostrado su satisfacción por el desarrollo pacífico de la marcha (al contrario de lo que ocurrió en 2007), un informe difundido por medios locales indicaba que los húngaros no son “homófobos activamente”.
Sin embargo, según la misma fuente, la mayoría de los ciudadanos del país rechaza el tratamiento de la homosexualidad como “algo público”. Esta opinión explicaría que gays y lesbianas húngaros sigan mayoritariamente “en el armario”, según la Encuesta Social Europea de 2006.
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