miércoles, 11 de abril de 2007

Cenicienta también es gay

Disney abre las puertas de sus parques temáticos a las ceremonias del mismo género para adecuarse a los nuevos tiempos

ELLA quiere ser Cenicienta y casarse en una carroza de cristal.Y él también. Ese es el problema al que se ha enfrentado Disney, que hace parte de su negocio vendiendo bodas temáticas a las parejas que quieren una ceremonia «de cuento de hadas», como dice el anuncio en su website, www.disneywedding.go.com

La política de la empresa era requerir una licencia de matrimonio para llevar a cabo la ceremonia, bien sea en Disneylandia (Los Ángeles), en Disneyworld (Orlando) o en sus cruceros, lo que acaba con los sueños de muchas parejas gays que también querían sentirse princesas o tener a Mickey Mouse en su ceremonia de gala. Como el matrimonio homosexual no es legal en ninguno de esos estados, les resultaba imposible presentar el permiso.

Algunos se conformaban con irse a Las Vegas y tener a Elvis Presley en la boda, pero otros han seguido tocando a la puerta del palacio encantado en el que quieren dar el sí hasta que sus ruegos han sido escuchados.

La magia de ese día no es barata. En teoría, la boda puede costar un mínimo de 3.000 dólares (2.500 euros), pero si se le añaden las cuatro noches de estancia mínima en un hotel del parque temático, la propia compañía advierte de que hay que esperar un gasto triple, sin contar el IVA y la propina obligatoria.

A medida que se suman a la foto algunos de los caracteres más famosos de la infancia, el cuento de hadas se dispara hasta 50.000 dólares, que desaparecen a golpe de varita mágica.

«Lo correcto»

La media es de 28.000 dólares (unos 22.000 euros) por boda, y eso no incluye el menú, así que con apenas una a la semana Disney se embolsa 1,5 millones de dólares al año. Razón de peso para «actualizarse a los tiempos», como aseguró el viernes el portavoz Donn Walker, que defendía una y otra vez que la empresa ha hecho «lo correcto». «Creemos que el cambio es coherente con la larga tradición de dar la bienvenida a todos los invitados en un ambiente abierto. Queremos que todo el que venga a celebrar ese día tan especial a Disney se sienta bienvenido y respetado», dijo.

Disney se ha señalado como una de las empresas que con más naturalidad trata a los empleados homosexuales, a los que en los 90 extendió los beneficios de las parejas casadas. Eso le ha costado un boicot de la poderosa Iglesia Baptista del Sur, que en su convención la condenó por apartarse de «los valores familiares» y pidió a sus feligreses que la excluyesen de sus visitas.

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