domingo, 30 de agosto de 2009

El ocio gay irrumpe en la noche de Santa Cruz

En los dos últimos años se ha duplicado la oferta en cuanto a los espacios de ocio para el disfrute del público homo y bisexual "sin represalias". El auge de sus reivindicaciones ha dado lugar a la aprobación de tres mociones políticas con el objetivo de convertir la capital tinerfeña en una ciudad "gay-friendly".

ÁLEX MÉNDEZ, S/C de Tfe.

Santa Cruz de Tenerife está siendo testigo del boom del ocio homosexual. Son varios los escenarios en los que el colectivo lésbico, gay, transexual y bisexual (LGTB) disfruta de su tiempo libre, con o sin la compañía de heterosexuales. De hecho, el ocio está considerado como una de las formas más fuertes para dar mayor visibilidad a la identidad LGTB.

A raíz de la creciente aceptación de la condición homosexual por parte de la sociedad, se han inaugurado desde 2007 cinco locales, ubicados entre la calle La Noria y la avenida Anaga: La Copita, Ninfas Gold Club, La Suite, Musa y Mapango Club.

A cada uno de ellos acude una clientela de clase media-alta, de todas las edades y estado civil, que puede escuchar un amplio abanico de música; degustar buena comida y bebida; estar en buena compañía y participar activamente en fiestas temáticas, tal y como sucede en Mapango, un nombre muy sonante que viene de una aldea de Mozambique. En este bar de copas se han organizado dos celebraciones: la fiesta de la peluca y la del oso -el término "Oso" hace referencia a un tipo de hombre homosexual que rechaza la depilación, el culto al cuerpo y la pluma-.

Tal esplendor no quiere decir, en opinión de algunas fuentes consultadas, que la capital tinerfeña no cuente en la actualidad con la suficiente oferta en cuanto al ocio para este colectivo. Ya desde los años sesenta, el Puerto de la Cruz se convirtió en la primera ciudad del archipiélago en explotar todas las posibilidades del negocio LGTB. Por ser un destino turístico, la ciudad norteña acogió gran cantidad de público homosexual, canario, peninsular y europeo, ofreciéndoles, durante los meses de invierno, entre diez o doce bares de copas.

Pero dicha posición de privilegio desapareció con la masificación del municipio, derivándose el traslado de toda esta infraestructura a Maspalomas. De esta manera, este lugar del sur de Gran Canaria pasó a convertirse en el lugar favorito para la comunidad homo y bisexual, una condición de la que todavía disfruta.

Pasaron varios lustros más para ver un nuevo local en Santa Cruz de Tenerife, dirigido, mayoritariamente, a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Fue en 1981 -el mismo año en que España estuvo en estado de sitio por el golpe de estado del 23-F y se estrenó "Verano Azul"-, cuando tuvo lugar la inauguración de Blue Dream's Bar.

Su dueña narra que el Ayuntamiento de la capital exigió el nombre del local traducido al español, Sueños Azules, cuando fue a inscribir el local en el Registro Civil. Con la llegada de la Transición, se prohibió la costumbre antigua de poner nombres extranjeros a establecimientos de la Isla.

Normalización a medias

Aunque, en opinión de varias fuentes, Santa Cruz de Tenerife es una ciudad en la que todavía hay un buen número de ciudadanos con cierta "mentalidad conservadora", hay una serie de razones que invitan a pensar en la normalización de la identidad LGTB en la capital tinerfeña.

Que heterosexuales y homosexuales puedan convivir en el mismo espacio de ocio ya no es una quimera. En la actualidad, jóvenes, adultos y familias heterosexuales no dudan en ir a los establecimientos anteriormente mencionados, con el fin de disfrutar la noche de Santa Cruz. Esto se debe a que este tipo de cliente hace gala de una mentalidad abierta, rechaza la homofobia -ya sea verbal o física- y profesa un enorme respeto hacia la comunidad homosexual. Al preguntar por la ubicación del bar La Suite, muchos transeúntes que caminaban por La Noria rechazaban que esta discoteca sea "de ambiente LGTB", una condición que el propietario del local compartía: "El setenta por ciento del público es heterosexual", concluyó.

Otro rasgo de la aprobación de la homosexualidad es que dueños con diferentes orientaciones sexuales comparten los derechos de propiedad de los locales, tal y como ocurre con La Suite y Ninfas Gold Club. Pero, a juicio de los propietarios del resto de locales, "lo lógico y lo razonable sería que el propietario fuera gay" ya que "tendría un mejor conocimiento de la idiosincrasia lésbica, gay, transexual y bisexual".

El proceso de normalización está "muy lejos de completarse". Todavía hay miembros de la comunidad LGTB que, al salir de las discotecas y los bares, sufren palizas. Parte del testimonio de una fuente detallaba cómo gays aparecían por su bar, con mucha frecuencia, con la cara y el cuerpo ensangrentados.

España cuenta con Maspalomas, Sitges y Madrid como destinos turísticos para el colectivo LGTB. Tres mociones del PSC en el Ayuntamiento de Santa Cruz han sido aprobadas por unanimidad. Así, la idea de convertir la capital en una ciudad "gay friendly" puede ser factible. Sería bueno para Santa Cruz, pues el ambiente homosexual es "respetuoso, amable con todo el mundo y muy inteligente".

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