martes, 4 de agosto de 2009

Tel Aviv, dolor y orgullo gay

"Es un crimen contra los homosexuales y lesbianas pero también contra todos aquellos que defienden la libertad y tolerancia. Si se confirma que el asesino es un homófobo, algunos deben hacer una reflexión personal por sus declaraciones intolerantes", se queja Dana.

No se trata de una manifestante más de la comunidad gay y lesbiana de Israel, en profundo luto por el ataque armado en su sede en Tel Aviv que acabó con la vida de dos jóvenes. Su nombre es muy corriente pero no su apellido, Olmert. Por primera vez en muchos años, la hija del ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha salido del armario mediático. Si bien es cierto que Dana Olmert nunca ha ocultado que es lesbiana, vive con su hija y su pareja y participa en manifestaciones y desfiles gays, el frío asesinato de Tel Aviv le ha convencido a hablar sin tapujos.

Dana apunta en sus críticas a los antiguos socios de su padre en el Gobierno, el partido ultraortodoxo Shas. Pese a que este movimiento social y político emitió este domingo una rotunda condena del asesinato, Dana Olmert no olvida algunas declaraciones del pasado. "Uno de los problemas es que alguno dirigentes ultraortodoxos realizan comentarios homofobos y nadie se levanta en su contra. Han creado un caldo de cultivo para el odio", denuncia. Dos botones de muestra. El ex diputado Shlomo Benizri ofreció en su momento "ayuda para que los homosexuales sean tratados y curados por profesionales". O el actual diputado Nissim Zeev que ante el último desfile gay en la santa Jerusalén, dijo: "Hay que tratar a los homosexuales como si tuvieran la gripe porcina".

La clase política israelí -normalmente muy dividida- se une en la condena. A la rotunda condena del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el presidente, Simón Peres, se suma la más emotiva de Tzipi Livni. La actual líder de la oposición fue la estrella de la manifestación que atravesó la avenida Rothschild hasta llegar a la adyacente y pequeña calle Najmani, donde está la sede atacada de la asociación juvenil gay.

"Aunque todavía no sabemos todos los detalles, el odio existe y hay que combatirlo. Este atentado debe despertar a la sociedad para desprenderse de sus prejuicios y respetar a todos sus ciudadanos, independiententeme de su orientación sexual", dijo Livni que arrancó los aplausos de la dolorida comunidad gay al exclamar: "Este crimen del odio debe dar fuerza al joven para que pueda decir a sus padres: '¡Papa, mama, soy homosexual! o ¡soy lesbiana!".

Pese al mortífero ataque y al hecho que el asesino aun no ha sido detenido, Tel Aviv sigue viviendo en su búrbuja, con todas sus cafeterías y discotecas a rebosar. No podía ser menos. Este domingo, por ejemplo, en menos de 20 horas se vendieron las 47.000 entradas para el concierto de Leonard Cohen previsto en septiembre en Tel Aviv. Pero la comunidad gay y lesbiana de Israel que se sentía tan protegida y libre en la ciudad mediterránea ha sufrido un terremoto. "Estoy aturdido ya que pensaba que al margen de algunas ciudades periféricas, en Israel la tolerancia hacia nosotros era ejemplar. En especial aquí en Tel Aviv. Homosexuales de todo el mundo vienen aquí para disfrutar de las playas, lugares de ocio, el ambiente y libertad", confiesa Asi Azar, famoso presentador de televisión que salió del armario a los 24 años.

En un artículo publicado en el diario 'Yediot Ajaronot', escribe: "Me gustaría dirigirme a los padres que no entienden que a su hijo le gusten los hombres o a su hija las mujeres. Solo les digo lo que me contestó mi madre cuando se lo conté: 'Tu has necesitado 24 años para entender que eres homosexual, así que ahora dame mi tiempo para intentar entender que significa'".

Los familiares de los heridos siguen en estado en shock. Por partida doble. Por un lado, sus seres queridos han sido víctimas de un ataque sangriento. Por otro, han tenido que enterarse en los hospitales o en las páginas de los diarios que sus hijos o hijas llevaban un secreto. Su salida del armario ha sido traumática y salpicada de sangre.

"Cuando escuchamos la noticia del ataque, no imaginábamos que nuestro hijo estuviera allí. Pero él nos llamó diciendo que estuvo en el atentado y que estaba bien. De repente, nos dimos cuenta que nuestro hijo es homosexual. Es un milagro que esté vivo. Ahora estamos digiriendo su identidad sexual. Nos hacemos muchas preguntas. No es nada fácil", afirma un padre de uno de los chicos, que habia acudido al centro precisamente parar recibir ayuda de cómo salir del armario.

El portavoz de la Policia, Avi Tsabari, niega rotundamente a elmundo.es las informaciones sobre una supuesta recomendación de cerrar por precaución los locales, centros y bares homosexuales del país. Muy cerca de la sede atacada, se encuentra el pub EVITA, uno de los más conocidos de la comunidad gay. Su director, Pinni, afirma: "Los domingos por la noche se dedican al festival de Eurovisión pero hemos pensado que son momentos de dolor y no de alegría. Por eso anoche no hubo fiesta. Pero que nadie se engañe. Este local, como otros muchos de la comunidad, seguirán abiertos. Es nuestra gran victoria contra el asesino".

Un asesino que ha convertido el sueño gay y plural de Tel Aviv en una sangrienta pesadilla de verano.

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