viernes, 9 de noviembre de 2007

Países latinoamericanos promueven en ONU defensa de derechos de homosexuales

Argentina, Brasil y Uruguay auspiciaron hoy en la sede de la ONU un acto para promocionar entre la comunidad internacional los principios de Yogyakarta, un código que desde hace un año reúne los derechos fundamentales del colectivo homosexual.

"Instamos a todos los países a usar este documento como referencia legal y como estándar para poder mejorar las vidas de aquellos que cada día son víctimas de la discriminación", reclamó Boris Dittrich, director del programa de derechos homosexuales de Human Right Watch (HRW), una de las ONG que organizó el acto junto a las misiones ante la ONU de los tres países latinoamericanos.

La organización de derechos humanos recordó que las relaciones homosexuales todavía se consideran un delito en 77 países, y en siete de ellos se puede llegar a castigar con la pena de muerte.

A eso se suman las vejaciones, agresiones, discriminaciones laborales y sociales que afrontan el colectivo homosexual, incluso en los países donde se les reconocen sus derechos, apuntaron los participantes.

Los 29 principios fueron redactados y suscritos por 30 expertos en derechos humanos de 25 países entre el 6 y el 9 de noviembre del 2006 durante una reunión en la ciudad indonesia de Yogyakarta.

La ex presidente de Irlanda y ex Alta Comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, subrayó al abrir el acto la importancia de ese documento como instrumento para rellenar el "déficit" que existe en el campo de la protección de los derechos humanos a nivel internacional respecto a la orientación sexual.

"Este es un asunto central en la defensa de los derechos humanos, y es muy apropiado que se presente aquí, en la sede de la ONU", aseguró.

El director para Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores argentino, Federico Villegas Beltrán, recordó que buena parte del contenido de esos principios están ya incluidos en el plan contra la discriminación que su país aprobó en 2005.

"De esta manera, se reconoce el derecho de que cada persona viva según la identidad sexual que desea, sin ser discriminado por ello y con el goce pleno de todos los derechos", afirmó.

Villegas Beltrán, así como sus colegas de Brasil y Uruguay que tomaron la palabra, abogó para que la discriminación por orientación sexual se incorpore como uno de las situaciones que debe revisar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el que todavía hay reticencias a incorporar plenamente este asunto.

Philip Dayle, miembro de la Comisión Internacional de Juristas, defendió la necesidad de promover los principios de Yogyakarta ante "la necesidad de reforzar los mecanismos de protección de los derechos humanos en los casos de orientación sexual" en la comunidad internacional.

El jurista valoró que se hayan logrado avances en la materia, y mencionó como ejemplo el mayor reconocimiento en algunos países latinoamericanos de los derechos de las parejas gay y lesbianas en asuntos como las pensiones y los beneficios sociales.

En particular citó la reforma constitucional en Ecuador y varios casos judiciales en Colombia, México y Perú que han avanzado la protección ante la ley de los derechos de los colectivos homosexuales.

A pesar de ello, agregó, se producen retrocesos como el intento en Trinidad y Tobago de excluir a la orientación sexual de entre los derechos humanos que la ley debe proteger.

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