martes, 27 de noviembre de 2007

Detenido por casarse

Un marroquí ha sido arrestado en Rabat por celebrar una "boda homosexual" que levantó una ola de protestas

Rabat. (EFE).- Una presunta "boda homosexual" celebrada en Alcazarquivir (norte de Marruecos) ha levantado una ola de protestas e incluso la detención de uno de los supuestos novios, un ciudadano marroquí que acudió a Policía para pedir protección, informaron hoy fuentes judiciales.

Al parecer el arrestado, identificado con el nombre de Fuad Afrirt, acudió a la Policía para solicitar protección el pasado jueves y desde entonces está detenido, confirmaron hoy las mencionadas fuentes judiciales de la ciudad de Alcazarquivir.

La práctica de la homosexualidad es delito en Marruecos y puede llevar aparejada penas de cárcel que van desde los seis meses a los tres años de privación de libertad.

El pasado fin de semana numerosas personas se manifestaron en la ciudad contra la presunta "boda homosexual", celebrada al parecer unos días antes, después de que circularan en medios de prensa del país imágenes captadas por teléfonos móviles y que fueron tomadas presuntamente en esa celebración.

La prensa marroquí "independiente" (no vinculada a partidos políticos) y la de orientación islamista, publica hoy fotografías, artículos y comentarios sobre ese acontecimiento social y sus consecuencias, que incluso ha movido a la intervención de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), una de las más respetadas del país.

La sección local de la AMDH ha pedido que se abra una investigación oficial sobre lo que sucedió realmente en la ciudad. Numerosos manifestantes salieron el fin de semana a las calles de Alcázarquivir para pedir el castigo de esos ciudadanos de orientación homosexual que organizaron la presunta "boda".

Varios grupos islamistas radicales, mayoritarios en la ciudad de Alcazarquivir, fueron los principales convocantes de estas manifestaciones de protesta y rechazo contra los homosexuales, según dijeron fuentes de la prensa local.

El detenido es dueño de una tienda de venta de alcohol y supuestamente se casó con otro hombre en una boda tradicional marroquí, a la que asistieron otras personas, según los comentarios recogidos por la prensa de la ciudad. La dueña de la casa donde se celebró la presunta unión declaró a la prensa que en realidad su casa fue alquilada para celebrar una ceremonia "gnaua", según un rito tradicional durante el cual los participantes, vestidos con trajes especiales, bailan al ritmo de una música de origen subsahariano hasta alcanzar situaciones de trance. A la celebración asistieron varias mujeres, entre ellas la esposa mujer del propio detenido, según aseguró hoy el diario más vendido de Marruecos, "Al Masae" ("La tarde"). Un popular columnista de ese diario, Rachid Nini, dedicó su crónica de hoy a la conmoción causada por la "boda", no confirmada aún por sus protagonistas, y afirmó que "los verdaderos extremistas son aquellos que exageran en la modernidad, que celebran en público su desviación moral, en presencia de los responsables de la policía, de las autoridades y de los periodistas". El asunto incluso llegó al Parlamento, llevado por el presidente del grupo del Partido de Justicia y Desarrollo (PJD, islamista moderado) en la Cámara de Representantes, Mustafa Ramid. El diputado intervino en la discusión que mantenía la Cámara sobre el presupuesto del ministerio de Interior el pasado viernes y calificó la presunta unión entre dos hombres de "otra forma de acto terrorista, en el país del príncipe de los creyentes" (como se considera al monarca, Mohamed VI).

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