Londres - Amnistía Internacional ha manifestado que las Naciones Unidas deben hacer públicos de inmediato sus cálculos sobre el número de muertes de civiles causadas por ambos bandos en las últimas semanas del conflicto de Sri Lanka.
En una investigación del diario británico The Times, que utilizó fuentes confidenciales de la ONU, se afirmaba que en las últimas semanas de enfrentamientos habían muerto más de 20.000 civiles y que posiblemente la mayoría de las muertes se debieran a los bombardeos efectuados por el gobierno srilankés.
“Amnistía Internacional ha recibido testimonios fidedignos según los cuales ambas partes en el conflicto han cometido crímenes de guerra, por lo que ha pedido que se emprenda una investigación internacional independiente –ha afirmado Sam Zarifi, director del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional–.
La información de The Times pone de relieve la necesidad de realizar esta investigación y la ONU debe hacer todo lo que esté en su mano para descubrir la verdad sobre el baño de sangre que ha tenido lugar en el nordeste de Sri Lanka.
”El pasado miércoles, 27 de mayo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución que hacía caso omiso de la dura situación de más de 250.000 desplazados srilankeses que actualmente permanecen recluidos por las fuerzas armadas del país en campos de internamiento. La resolución no solicitaba la puesta en marcha de una misión de investigación que indagase sobre los graves abusos y violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por las fuerzas srilankesas y los Tigres de Liberación de Eelam Tamil.
Amnistía Internacional sigue recibiendo informes creíbles de violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos de personas desplazadas, como desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, tortura u otros malos tratos, reclutamiento forzoso por parte de grupos paramilitares y violencia sexual.“La ONU debe dar respuesta a los crímenes de guerra y a las violaciones graves de derechos humanos que se han cometido (y posiblemente se sigan cometiendo) en Sri Lanka –ha dicho Sam Zarifi–.
El Consejo de Derechos Humanos se ha puesto en ridículo al decidir no solicitar la adopción de medidas concretas para proteger a la población srilankesa, pero esto no significa que la comunidad internacional deje de tener la obligación de abordar esta crisis todavía abierta.
”Pese a las reiteradas solicitudes y a la gravedad de la situación, el gobierno de Sri Lanka continúa restringiendo el acceso de las organizaciones humanitarias internacionales, incluso de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja, a los campos de desplazados.Amnistía Internacional reconoce la importancia que tiene la comunidad internacional en el apoyo a la población srilankesa mediante asistencia humanitaria, como alimentos, cobijo, atención médica y ayuda a las personas civiles desplazadas para el regreso a sus hogares. Sin embargo, estos esfuerzos han de ir acompañados de medidas concretas que garanticen el respeto de todo el conjunto de derechos humanos.
“Hay muchas similitudes crueles entre el sufrimiento de la población palestina cercada en Gaza durante la operación israelí de diciembre y enero, y el de la población civil srilankesa atrapada en la denominada 'zona segura' –ha afirmado Sam Zarifi–.
“El Consejo de Derechos Humanos ha creado una misión de investigación que indagará sobre las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por ambas partes en el conflicto de Gaza. Al no establecer una misión similar para Sri Lanka, el Consejo ha demostrado tener un deplorable criterio selectivo y un doble rasero.”
En una investigación del diario británico The Times, que utilizó fuentes confidenciales de la ONU, se afirmaba que en las últimas semanas de enfrentamientos habían muerto más de 20.000 civiles y que posiblemente la mayoría de las muertes se debieran a los bombardeos efectuados por el gobierno srilankés.
“Amnistía Internacional ha recibido testimonios fidedignos según los cuales ambas partes en el conflicto han cometido crímenes de guerra, por lo que ha pedido que se emprenda una investigación internacional independiente –ha afirmado Sam Zarifi, director del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional–.
La información de The Times pone de relieve la necesidad de realizar esta investigación y la ONU debe hacer todo lo que esté en su mano para descubrir la verdad sobre el baño de sangre que ha tenido lugar en el nordeste de Sri Lanka.
”El pasado miércoles, 27 de mayo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución que hacía caso omiso de la dura situación de más de 250.000 desplazados srilankeses que actualmente permanecen recluidos por las fuerzas armadas del país en campos de internamiento. La resolución no solicitaba la puesta en marcha de una misión de investigación que indagase sobre los graves abusos y violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por las fuerzas srilankesas y los Tigres de Liberación de Eelam Tamil.
Amnistía Internacional sigue recibiendo informes creíbles de violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos de personas desplazadas, como desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, tortura u otros malos tratos, reclutamiento forzoso por parte de grupos paramilitares y violencia sexual.“La ONU debe dar respuesta a los crímenes de guerra y a las violaciones graves de derechos humanos que se han cometido (y posiblemente se sigan cometiendo) en Sri Lanka –ha dicho Sam Zarifi–.
El Consejo de Derechos Humanos se ha puesto en ridículo al decidir no solicitar la adopción de medidas concretas para proteger a la población srilankesa, pero esto no significa que la comunidad internacional deje de tener la obligación de abordar esta crisis todavía abierta.
”Pese a las reiteradas solicitudes y a la gravedad de la situación, el gobierno de Sri Lanka continúa restringiendo el acceso de las organizaciones humanitarias internacionales, incluso de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja, a los campos de desplazados.Amnistía Internacional reconoce la importancia que tiene la comunidad internacional en el apoyo a la población srilankesa mediante asistencia humanitaria, como alimentos, cobijo, atención médica y ayuda a las personas civiles desplazadas para el regreso a sus hogares. Sin embargo, estos esfuerzos han de ir acompañados de medidas concretas que garanticen el respeto de todo el conjunto de derechos humanos.
“Hay muchas similitudes crueles entre el sufrimiento de la población palestina cercada en Gaza durante la operación israelí de diciembre y enero, y el de la población civil srilankesa atrapada en la denominada 'zona segura' –ha afirmado Sam Zarifi–.
“El Consejo de Derechos Humanos ha creado una misión de investigación que indagará sobre las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por ambas partes en el conflicto de Gaza. Al no establecer una misión similar para Sri Lanka, el Consejo ha demostrado tener un deplorable criterio selectivo y un doble rasero.”
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