El Papa pisó suelo brasileño ayer por la tarde, mientras frente a la catedral de la cuidad de Salvador, el colectivo más activista de la comunidad homosexual de Bahía, Grupo Gay de Bahía, quemaba una foto del Pontífice y un documento emitido por la Iglesia Católica en donde se calificaba de “mala” a la homosexualidad.
Mientras tanto, Benedicto saludaba al pueblo desde la cabina blindada en el balcón del monasterio de Sao Bento en la ciudad paulista, como lo vemos en esta fotografía, que me perdonen los católicos, pero parece más un afiche o un muñeco de goma el Papa detrás de ese vidrio.
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