Como muchos, padeció tanto burla como indiferencia. Al sentirse diferente a sus pares, hasta pensó en quitarse la vida. Su mayor preocupación era cómo tomarían la noticia sus padres. «Supe lo que era desde la adolescencia. Quizás lo más difícil, como hijo único, fue decirle a mi madre que nunca será abuela», explicó.
Su madre y su jefe, a quienes se lo comunicó personalmente, fueron los primeros en saberlo. Sus amigos y otros familiares, se enteraron mediante un correo electrónico. «Les envié un mensaje de texto donde les contaba todo. Soy lo que soy y no tiene sentido vivir en el engaño», aclaró. Sin temores al qué dirán, consideró que su confesión será valorada y apoyada tanto por los jugadores como por los espectadores.
Walter Daniel Raiño
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