Hasta aquí, este dato no denota mayor relevancia si no se incide en la descomunal discriminación que viene sufriendo la Comunidad GLBT en relación a los ataques terroristas del 11 de septiembre. No sólo el gobierno de Bush impidió a toda costa que los gays tuvieran la posibilidad solidaria de donar sangre en beneficio de la gran cantidad de heridos por temor a infecciones por VIH (lo que demuestra que todavía piensan que el SIDA es patrimonio gay), sino que las parejas cuyos compañeros fallecieron en las tragedias de Nueva York y Washington no pudieron optar a ninguna compensación económica (al contrario que los heterosexuales). Los ataques terroristas del 11-S instan irremediablemente a la reflexión por parte de todos los seres humanos en materia de solidaridad y respeto por los Derechos Humanos.
Los gays no pudieron donar sangre.
Tras los ataques terroristas contra Estados Unidos, todos los países de la comunidad internacional se apresuraron a donar sangre para ayudar a los supervivientes de la tragedia. Como ONG's que son, los colectivos de gays y lesbianas no se quedaron atrás a la hora de prestar su apoyo, tanto en Norteamérica como en otros rincones del planeta. La polémica surgió a tan solo un par de días del 11-S tras una chocante información proporcionada por algunos medios de comunicación lésbico gays de EEUU que ironizaban con la frase "si eres gay y estás pensando en donar sangre esta semana, olvídalo... a menos que seas virgen". Incluso en esos duros momentos, los bisexuales y los gays fueron privados de donar sangre a gente necesitada. Esta prohibición se tornaba de lo más contraproducente. Fuentes oficiales de Washington y Nueva York alegaron que por el momento no tenían suficientes voluntarios que se prestaran a donar sangre. Una vez más, la falsa moral capitaneada por el testarudo e "impulsivo" presidente Bush, hizo hincapié en el arcaismo y retrasos sociales más absolutos.
Injurias y falta de atención a parejas de víctimas gays.
Otro hecho que rozó y rasgó la más completa de las incoherencias vino precedido por las insultantes palabras de Jerry Falwell, un curioso individuo ultraconservador y predicador televisivo que mantiene una particular y solitaria cruzada contra la Comunidad GLBT. Este personaje llegó a afirmar que los atentados terroristas llevados a cabo contra Estados Unidos habían sido "probablemente merecidos" y acusó de la gran masacre a gays, lesbianas y colectivos feministas y pro abortistas. Para Falwell, los que defienden el aborto tenían su parte de responsabilidad porque "se burlan de Dios, al igual que gays, lesbianas, feministas y paganos". Evidentemente, los medios de comunicación y distintas asociaciones cargaron contra el predicador que, apresuradamente, emitió un comunicado pidiendo disculpas y diciendo que sus palabras fueron mal interpretadas (no llegó a especificar a quién estaba pidiendo perdón exactamente).
El número total de víctimas GLBT en los atentados terroristas del 11-S nunca ha podido ser determinado con exactitud. Y hay que tener en cuenta que no todos los fallecidos eran abiertamente gays. Surgieron héroes e iconos glbt de los atentados como Mark Bingham, un pasajero de uno de los aviones que impactaron contra las Torres Gemelas; Mychal Judge, un cura gay que murió mientras llevaba a cabo la extrema unción a uno de los bomberos que acudieron al World Trade Center; o una pareja gay que volvía de un viaje junto a su hijo adoptado. Uno de los hechos más tristes es que, para todos los gays o lesbianas cuya pareja falleciera en los atentados terroristas, el 11-S ha supuesto un claro ejemplo de la ineficacia y la falta de atención hacia las familias formadas y construidas por dos personas del mismo sexo. No recibieron ningún tipo de subvención y ésta tuvo que ser costeada por diversas asociaciones y colectivos GLBT que se dedicaron con gran esfuerzo a crear un fondo económico específico para las parejas de víctimas gays y lesbianas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario