Knut sólo tiene medio año, pero ya es un animal mundialmente conocido. La triste historia del osezno polar repudiado por su madre dio la vuelta al mundo hace seis meses y, ahora, felizmente alimentado por su fiel cuidador, Thomas Dörflein, sigue cautivando a los berlineses, que han dado en denominar el fenómeno "la fiebre Knut".Pequeños y mayores soportan largas colas en la entrada del recinto para poder ver al divertido animal que, desde su presentación en sociedad, el 23 de marzo 2007, se ha convertido en una estrella mediática.
Por eso, Knut recibirá muy pronto el honor de contar con una baldosa azul en el llamado Puente de los Corazones, el equivalente en Berlín al paseo de la fama hollywoodiense. Y no queda ahí la cosa. En 2008, Knut se convertirá en la mascota oficial de la conferencia de protección del medio ambiente de la ONU.
En estos meses de fama, la estrella del zoo de Berlín ha aumentado considerablemente de peso. Al nacer, Knut pesaba 810 gramos y ahora la báscula marca 30 kilos.
Knut toma tres veces al día una papilla especial de leche y carne que le preparan sus cuidadores.
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