La protesta se lleva a cabo días antes de que el Congreso debata su respuesta al plan del presidente George W. Bush de enviar más soldados a Irak.
Veteranos de guerra y familiares de militares se sumaron a los grupos pacifistas y a actores como Jane Fonda -recordada por su férrea oposición a la guerra de Vietnam- para expresar su oposición a la nueva estrategia para mejorar la seguridad en Irak, delineada recientemente por Bush.
"Yo no he hablado en una marcha contra la guerra en 34 años. Pero el silencio, ya no es una opción", dijo Fonda.
Traigan a nuestras tropas a casa Consigna cantada en la marcha |
Al fondo, la multitud coreaba "Traigan a nuestras tropas a casa".
En medio de la gente congregada frente al Capitolio podía verse un féretro cubierto con una bandera estadounidense y un par de botas militares encima en señal de protesta.
Asimismo, los organizadores de la marcha llenaron un gran recipiente con etiquetas con nombres de iraquíes que han muerto desde el inicio del conflicto.
Carlos Redondo, padre de un soldado muerto en Irak |
"Mi hijo fue a luchar por una mentira. Por intereses de
empresas y políticos de un mal presidente. Tenemos que parar esta barbarie", aseveró Redondo.
"Esta guerra no tiene lógica", agregó.
Mientras tanto en Bagdad, un atentado cerca de un mercado dejó un saldo de 15 muertos. |
"Lo que más rabia me da es que la mayoría de los estadounidenses no cuestionó a Bush cuando lo tenía que hacer. Ahora se dan cuenta pero ya es demasiado tarde, ya murieron miles de personas".
Mientras la marcha se desarrollaba en Washington, la violencia sacudía Bagdad.
Un doble atentado en las cercanías de un mercado dejó un saldo de al menos 15 muertos.
"Lo que necesitamos es coraje, coraje y convicción, y necesitamos gente que represente a la voz del pueblo estadounidense. Una voz que quedó muy clara el último noviembre, una voz que decía: 'estamos cansados de esta guerra'".
Según uno de los corresponsales de la BBC en Washington, James Coomarasamy, los manifestantes están buscando presionar al Congreso para que bloquee los fondos que Bush necesita para poner en práctica su estrategia.
Sin embargo sólo algunos congresistas se unieron a la marcha.
Si bien casi todos los demócratas y un número creciente de republicanos se oponen a los planes de Bush, los senadores no se han podido poner de acuerdo en una resolución no vinculante que exprese sus preocupaciones.
Aunque los congresistas puedan compartir con los manifestantes muchos de sus objetivos, señala Coomarasamy, aún siguen divididos en cuanto a cómo alcanzarlos.
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